Los gastos de fin de año provocan que las familias con ingresos de entre 1 y 2 salarios mínimos, o menos, se endeuden hasta en un 18 por ciento, mientras que las que tienen percepciones de entre 6.1 y 13 salarios mínimos no logren ahorrar ni siquiera el 1 por ciento, cuando normalmente podían destinar a este rubro hasta el 11 por ciento de sus ingresos. Lo anterior lo dio a conocer el Dr. Miguel Ángel Corona Jiménez, investigador del Departamento de Negocios de la Universidad Iberoamericana Puebla.
En rueda de prensa, el economista explicó que estos datos se obtuvieron de un sondeo que realizó entre familias con diversos niveles de ingreso a principios del mes de Diciembre de 2011 para detallar el impacto que tienen los gastos de fin de año sobre el presupuesto familiar; de acuerdo a lo anterior, los rubros en los que se distribuyen los gastos familiares son: alimentos, vestimenta, vivienda, salud, recreación, educación y transporte.
Para realizar el comparativo, dividió a las familias en cuatro grupos: las que reciben entre 1 y 2 salarios mínimos o menos (alrededor de 3 mil pesos mensuales); las familias con 2.1 a 3.5 salarios mínimos (5 mil pesos mensuales); el tercer grupo, las familias con ingresos de entre 3.6 y 6 salarios mínimos (10 mil pesos); y el cuarto grupo, que ganan entre 6.1 y 13 salarios mínimos (más de 10 mil pesos y hasta 20 mil pesos).
De acuerdo al sondeo, las familias con ingresos de 3 mil pesos mensuales o menos destinan el 39 por ciento de sus recursos a alimentación, el 29 por ciento a vivienda y el 15 por ciento a transporte. En el otro extremo se encuentran las familias con los mayores ingresos, de 10 mil a 20 mil pesos; en este caso el mayor gasto, el 30 por ciento, se destina a vivienda, el 20 por ciento a educación y un 15 por ciento a recreación.
El Dr. Corona Jiménez destacó que en las fiestas de diciembre los gastos de todas las familias aumentan en los rubros de alimentación, vestimenta y recreación; sin embargo, el factor que determina el desequilibrio en las finanzas familiares es el ahorro o “el desahorro” que puedan tener. “Las familias con los menores ingresos no tienen ahorros y viven en un continuo financiamiento; el segundo grupo de familias ahorra apenas el 1 por ciento, el tercer grupo logra ahorrar el 7 por ciento de sus ingresos, y el cuarto grupo de familias puede ahorrar un 11 por ciento; sin embargo, durante las fiestas decembrinas y en los dos meses posteriores, el primer grupo se endeuda un 18 por ciento, el segundo grupo se endeuda en un 11 por ciento, el tercer grupo de familias se endeuda en 5 por ciento y el cuarto grupo, las familias con mayores ingresos, no se endeuda, pero tampoco logra ahorrar”, detalló el investigador.
“El mayor gasto por encima de los ingresos corrientes lleva a un endeudamiento que en muchos casos es sobreendeudamiento, lo que requerirá de utilizar el ahorro o más deudas para pagar; el presupuesto familiar se desequilibra y requiere de ajuste, mientras tanto lleva a problemas de pago y a presiones que alteran el ambiente familiar”, concluyó e. Dr. Miguel Ángel Corona.