Desde políticos, informadores, expertos en temas digitales, candidatos de la 4T y hasta mandaderos hoy se jactan, en el actual proceso electoral, de estar con “el equipo ganador”, pero olvidan que ellos fueron los primeros en denostar al que hoy presumen como su gallo.
Que flaca y traicionera es la memoria.
Aunque es más vergonzoso haber abierto el hocico y rebuznado en contra de quien hoy veneran en la política.
Por algo dicen que la vida es una rueda de la fortuna: a veces estás arriba y otras estás abajo.
Antes, según ellos por órdenes de Luis Miguel Barbosa Huerta, exgobernador del estado, fue que intentaron aplastar, denostar, fustigar y derrocar la hoy candidato de Morena al gobierno, Alejandro Armenta Mier.
Sin embargo, ahora, por conveniencia, o por haber quedado huérfanos, la hacen de nuevos lacayos.
Y es que la política de hoy es más asquerosa que la de antes.
Ahora hay quien se prostituye por tres pesos.
“Pero que asquerosidad es esto, eh”, dijera el clásico.
Actualmente, por ejemplo, los lidercillos de un mini partido, el Verde Ecologista, son capaces de amenazar con romper la alianza en la capital si no les entregan una cuota más, una posición que representa recursos públicos, y un pago más por su sumisión.
Que pena dan, carajo.
Ese es el nivel de la política aldeana.
Empero, realmente, resulta más penoso y vergonzoso ceder a las exigencias de los primos Natale.
¿Pues en qué mundo político vivimos?
A Pepe Chedraui, candidato de Morena al Ayuntamiento de Puebla, lo espantaron con el petate del muerto.
Me pregunto ¿cuánto representa electoralmente el Verde en la capital?
Por cierto, ¿qué no el mejor amigo y líder político de los Natale en Puebla era Barbosa?
Ahora resulta que los desmemoriados barbosistas son unos ángeles de la caridad.
Y lo peor, sus plumas, los aduladores de profesión, no rompen un plato.
Afortunadamente, todos ellos tienen algo en común, una característica probada: todos, sin excepción, le pegaron y querían desaparecer a Alejandro Armenta.
¿Nombres? Claro que los hay, y muchos.
Algunos, Eric Cotoñeto Carmona, ex líder operador del barbosimo y actual coordinador de enlaces estatales; Gabriel Biestro Medinilla, el poblano que no es poblano pero si un orgulloso barbosista que quiso aniquilar a Armenta en su momento.
De Julito Huerta Gómez qué podemos decir, si en su momento se sumó a la andanada política contra Alejandro Armenta, pero reculó y rectificó su apuesta para seguir viviendo de la política y de muertito, sin trabajar.
Y así nos podríamos pasar analizando y comentando varios nombres que están incrustados en la primera, segunda y tercera línea del equipo de campaña de Alejandro Armenta, el verdadero artífice de su candidatura y su campaña.
No se hagan bolas, los verdaderos hombres fuertes y cercanos a Armenta, quienes son los responsables de cuidarlo y de llevarlo a Casa Aguayo no suman dos dígitos.
No son 20, ni 30 ni 40, mucho menos 50.
Aunque por ahora se tiene que privilegiarla unidad.
Y esos colegas protagonistas, no sean bueyes.
A nosotros no nos toca estar en la primera línea.
Los que están acostumbrados al atraco con una pluma, esos sí, nunca van a cambiar.
Son capaces de todo, y por algo les duelen las rodillas.
Lo cierto es que hoy en estos tiempos electorales en Puebla abunda el hipócrita y el simulador.
Nomás no sean burdos que ofenden al gremio.
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