Mientras en Morena sigue el jaloneó por la candidatura al Ayuntamiento de Puebla y sus protagonistas fingen unidad en torno a quien lleva las riendas de su partido y de la organización de los comicios, el senador y candidato Alejandro Armenta Mier, en la alianza que encabeza el PAN ya empezaron a reclutar operadores.
Especialistas, digamos, en política y en temas electorales, que están curtidos, probados, pero sobre todo convencidos de participar en procesos tan complejos como el que se avecina.
Y por qué no decir, también, kamikazes con buen discurso y oratoria capaces de defender su causa e incendiar la casa ajena.
Es el caso del exdiputado local y expresidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, y del exregidor y exasesor del Ayuntamiento de Puebla, Iván Galindo Castillejos.
Ambos, hay que decirlo, y nadie lo puede negar, son dos buenos gallos de la política poblana que se rifan y que conocen perfectamente las entrañas del poder, de los procesos electorales y de las normas, vicios y vacíos que los rigen.
Polémicos, sí, pero al fin conocedores y expertos en el teje y maneje de la política en Puebla.
Porque si en algo coinciden nuestros personajes es precisamente en que son dos gallos muy jugados que le van a poner a la próxima elección un sabor muy especial.
Un toque muy picante, porque como oposición ambos se la van a jugar con la alianza “Mejor rumbo para Puebla”, integrada por el PAN, el PRI, el PRD y el PSI.
En el caso de José Juan Espinosa, él ya fue edil de San Pedro Cholula por la coalición “Puebla unida” que encabezó Movimiento Ciudadano, ya fue diputado local por tres ocasiones y, además, fue un perseguido político del barbosismo, por lo que tuvo que dejar Puebla para evadir la cárcel.
Esta vez, José Juan Espinosa se la va a jugar con Eduardo Rivera Pérez, el precandidato del PAN al gobierno de Puebla.
Su ruta, al parecer, es la candidatura al distrito 11 federal, aunque aún tengo mis dudas porque el tres veces diputado tiene su verdadera estructura y voto duro en San Pedro Cholula.
Juan, hay que decirlo, pensó mucho participar como oposición en Puebla, porque él surgió de la izquierda y fue uno de los primeros seguidores y defensores del movimiento que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Sin embargo, quedó desencantado de ese movimiento, de Morena y de sus distintos actores cuando lo dejaron solo en la persecución que el barbosismo emprendió en su contra.
Recientemente, se la jugó con el diputado federal Ignacio Mier Velasco, quien perdió la coordinación ante Alejandro Armenta, a quien el grupo del presidente apoyó, impulsó y encumbró para que se convirtiera en su abanderado al gobierno de Puebla.
Posteriormente, José Juan, asegura, intentó una y otra vez tender puentes con el senador Armenta y con su grupo, tal como lo hicieron muchos supuestos “nachistas”; sin embargo, aparentemente al senador morenista no le interesó entablar dialogo con él.
Por ello, el ex edil y ex diputado decidió sumarse a la coalición, azul, tricolor y amarilla, donde sí lo escucharon y le abrieron espacio.
Habrá que reconocer que si algo sabe JJ es hacer política, levantar ámpula, nadar a contracorriente y armar show mediático. Conoce la ley y entiende perfectamente los tiempos político-electorales.
Ya veremos, en breve, si no se equivocó.
Por su parte, Iván Galindo es una adquisición de Mario Riestra Piña, el abanderado de la alianza panista al gobierno de la ciudad-capital, donde Morena parece estar entrampado por la guerra entre sus aspirantes al cargo.
Por algo Mario fue prácticamente el único aspirante en hacer precampaña, lo que le dio una buena expectativa frente a los números de sus encuestas, los cuales le dicen que es el rival a vencer.
Iván Galindo fue regidor del exedil panista Luis Banck Serrato y asesor de la expresidenta morenista Claudia Rivera Vivanco, quien minimizó sus recomendaciones y desaprovechó su experiencia como servidor público de la capital. Por algo Morena perdió la capital.
El nuevo integrante del equipo de Mario Riestra fue uno de los primeros priistas en abandonar su entonces partido, anticipando el desastre que se le venía encima con la dirigencia de Néstor Camarillo Medina.
Galindo, igual que José Juan, se la jugó con Nacho Mier y no con Alejandro Armenta en el proceso interno de Morena, incluso fue el presidente del mentado Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública AC, el cual fue un rotundo fracaso.
Va a ser muy interesante ver a Iván operar con la derecha, junto a Mario Riestra, a quien tiene mucho que aportar.
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