Las obras de rehabilitación del Centro Histórico ponen en peligro a cientos de peatones, ya que en las construcciones hay hoyos y coladeras abiertas; incluso, en días pasados un menor cayó a un pozo y fue rescatado por vendedores ambulantes.
En redes sociales se viralizó el video de un menor atrapado en un pozo de visita. En el clip se escuchan a los vendedores ambulantes ponerse de acuerdo para rescatar al niño que cayó en un hoyo entre la 16 Poniente y 5 de Mayo. Familiares del menor señalaron que ni ellos ni el pequeño sabían que en el sitio había un agujero.
Tras los hechos, Agua de Puebla informó que la empresa no era responsable del accidente ya que terceros robaron la tapa del pozo. Tras destacar que trabajan con las autoridades competentes para evitar que este tipo de accidentes se repitan, pidieron a la población respetar las señalizaciones y las zonas de construcción para evitar más percances.
No obstante, las protecciones para evitar que los peatones ingresen en las obras de rehabilitación del Centro Histórico solo están colocadas en cinco calles, mientras que en el resto no hay nada que evite o alerte a los transeúntes sobre las obras.
En algunos puntos de las obras de reparación, hay registros sin tapa y si se suma que algunas banquetas están reducidas por los vendedores ambulantes, el tránsito peatonal tiene que esquivar todos estos factores que ponen en peligro la circulación por la zona y que en un descuido podrían resultar en un accidente.
En la 10 Oriente, cerca del corredor peatonal 5 de Mayo, hay mallas naranjas que impiden que los peatones se acerquen a las obras, estas se prolongan desde la 6 a hasta la 3; sin embargo, la rehabilitación se extiende a hasta la 11 Norte.
A pesar de que hay señalización, en la 3 Norte los peatones ya tienen que esquivar coladeras o registros de energía abiertos. En algunos de estos casos, se colocaron palos u otros objetos que alertan sobre los peligros que se encuentran a nivel de piso, incluso, los comerciales de la zona colocaron tablas para que las personas puedan acceder más fácil a sus negocios, pero no hay señalética oficial que indique hay una coladera abierta o que está prohibido el paso.
Aunque estas medidas pronto se vieron superadas, ya que el paso diario de caminantes hace que las tablas y demás se quiebren; además, hay agujeros que no son visibles por la tierra y el polvo que levantan las obras de rehabilitación.
Tal vez la situación que resulta un mayor peligro es el hoyo que se encuentra en la 14 Oriente-Poniente y 3 Norte, en donde hay un agujero de varios metros a media calle.
Sin embargo, el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, informó que el Ayuntamiento de Puebla sancionará a las empresas responsables de las obras de rehabilitación que no instalen la señalética de seguridad.
Luego de que cayera el menor, el alcalde aseguró que su administración reforzará los recorridos de supervisión para asegurarse de que en las calles del Centro Histórico en las que hay obras de rehabilitación haya señaléticas que alerten a los peatones de los peligros que hay a su alrededor.
Además, precisó que se retirarán a los vendedores ambulantes de la zona, ya que aprovecharon que que no hay circulación para instalar y vender; sin embargo, esta situación podría generar en más situaciones de peligro.