En el equipo del senador y coordinador de los comités de defensa de la 4T en Puebla, Alejandro Armenta Mier, son dos los hombres que gozan de toda su confianza por su lealtad, efectividad, trabajo y simpatía.
El primero es ni más ni menos que José Luis García Parra, brazo derecho del legislador y quien se encarga de operar los temas más delicados en el actual equipo de campaña, tanto en materia económica como política y organizacional.
El famoso “Choco”, como lo llaman sus amigos, es el hombre fuerte de Alejandro Armenta debido a que es quien se la ha rifado en las buenas, en las malas y en las peores situaciones en las que ambos se han encontrado.
Ya forjado en los corrillos políticos, García Parra se ha mantenido junto a Armenta, a pesar de las adversidades, durante casi toda su carrera política.
Por algo es el segundo hombre en importancia, después de Alejandro, en el equipo armentista de primer nivel, quien, además, se encarga de resolver casi todo en el grupo que ya vela armas de cara a los próximos comicios del 2 de julio.
Apenas el domingo pasado, José Luis García estuvo presente en la llamada “reunión de la unidad”, en el encuentro que sostuvo la plana mayor del morenismo poblano, encabezada por el gobernador y primer morenista, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y por Alejandro Armenta, con el coordinador territorial de la precandidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, Ricardo Monreal Ávila.
El segundo es José Tomé Cabrera, a quien todo mundo conoce como Pepe Tomé, y quien se ha encargado de la comunicación, prensa y propaganda de Alejandro Armenta en los últimos años.
Apenas ayer, Pepe asumió la Secretaría de Comunicación de Morena en el estado, por lo que se hará cargo prácticamente no solo de la campaña del coordinador morenista en Puebla sino de todos los candidatos de la 4T en la entidad.
Porque si alguien pensaba que el nombramiento anunciado por Alejandro Armenta, sobre la nueva responsabilidad de José Tomé, es un castigo, un deslinde o una sacudida, está totalmente equivocado.
Más bien es todo lo contrario, ya que el enroque y la llegada de Pepe a Morena obedecen al control total que el senador asume de su partido en el estado.
Y es que los cambios y la reingeniería que habrán de ejecutarse en Morena en Puebla se deben a una simple y sencilla razón: a que el partido, hasta ayer, estaba hecho un reverendo desmadre.
Es por ello que Alejandro Armenta ha empezado a deshojar la margarita y a mover las fichas de su ajedrez, de modo que sus hombres y mujeres se vayan perfilando para lograr el jaque mate que le permita ganar la próxima elección al Gobierno del estado.
La designación de Pepe Tomé, por cierto, tuvo el respaldo y aval de la dirigencia nacional de Morena, encabezada por Mario Delgado, y por Citlalli Hernández, secretaria general.
Sin embargo, cuenta con el respaldo y apoyo irrestricto de la dirigencia estatal de Morena, encabezada por Olga Lucía Romero Garci-Crespo, y por obvias razones, seguramente, también con el aval del primer morenista en la entidad.
Así que el reacomodo y protagonismo de los hombres de confianza de Alejandro Armenta es más bien una estrategia para poder controlar y redireccionar, en una sola línea, las campañas de Morena en Puebla.
Es por ello que el senador y coordinador de Morena en Puebla va a continuar con los ajustes en su equipo de precampaña, por lo que otros de sus operadores, como la maestra Laura Artemisa García Chávez y Samuel Aguilar Palma también arribarán al partido.
Un movimiento más que aparentemente pasó desapercibido al interior del equipo de Alejandro Armenta, pero que ya empezó a surtir efecto en su encomienda, es la designación de Claudia Hernández Medina como encargada de formación y capacitación.
Claudia se va a encargar de preparar la línea discursiva y la directriz de la campaña, por lo que deberá estar en contacto directo con el partido y con todos los candidatos de Morena.
El senador Armenta se mantiene expectante a realizar, con paciencia, constancia e inteligencia, cada movimiento en su equipo de trabajo, por lo que los oportunistas y quedabién que quieren ser todo y meterse en todo para figurar, desde la precampaña, ya casi están fuera.
Ojalá que aquellos que hoy se quieren endilgar un proyecto triunfante como el de Alejandro Armenta, el cual no les corresponde, entiendan que su protagonismo es su peor yerro.
Por algo dicen que “la política es como la ironía, únicamente los pendejos no la entienden”.
¿A poco no?
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