La operación cicatriz que quirúrgicamente estuvo realizando Alejandro Armenta en los días previos a la visita de Claudia Sheinbaum dio resultados.
Este fin de semana, durante el arranque de la gira, la candidata presidencial de la 4T externó un mensaje que no podía pasar desapercibido, menos en una rueda de prensa.
Partiendo de que en política no hay casualidades, se entiende que la ubicación de Nacho Mier, a la diestra de Claudia Sheinbaum, lejos de ser para darle un espaldarazo, era para que el morenista escuchara clarito y de primera voz, el mensaje o el regaño público, según se vea.
“Hay compañeras, compañeros fundadores de Morena, que son fundadores pero que no ganan una encuesta. Y hay otros compañeros que se acercaron hace seis años, hace tres años y que sí ganan una encuesta”, enfatizó la candidata.
Fue un gancho para Nacho, una indirecta muy directa, tanto así que el propio diputado se nota incómodo mientras ella continúa hablando. Se toca una oreja, la nariz, lleva su mano al rostro. En su lenguaje no verbal, Mier se sintió aludido y acusó de recibido.
Entre líneas, Nacho Mier debió comprender que además de zanjar el tema de las protestas, la candidata presidencial le estaba ordenando que evitara hacer mayores aspavientos, que calmara a su gente.
Y aunque Nacho continuó apareciendo en el templete durante los tres puntos que visitó Sheinbaum –Tehuacán, Tepeaca y San Pedro Cholula–, llamó la atención que el espacio de los reflectores se le concediera a su compañera de fórmula, Liz Sánchez.
Nacho podrá culpar al sol, a los kilómetros recorridos o a lo que guste, pero la realidad es que se le mira como dice la canción Fotografía de Óscar Athié: “flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”.
IEE y la gota gorda
El aplazamiento que aprobaron en el Instituto Electoral del Estado de Puebla para el registro de candidatos estatales prende las alertas.
Se trata, por un lado, de un tema que deberían observar, atender y legislar los diputados. Por otro lado, demuestra que el trabajo que se realiza en los institutos, nacional y estatal, durante un año electoral es tanto, que rebasa a las capacidades de los propios organismos.
El señalamiento del representante del PAN, sobre las consecuencias de los recortes presupuestales al IEE, también debería ser un severo llamado de atención a los próximos diputados y diputadas, para que en lugar de continuar aprobando presupuestos sin moverles una sola coma y asfixiando a los organismos electorales, se les dote de los recursos necesarios para que puedan operar de manera adecuada.
Es increíble que en pleno 2024, el problema que obligó a todos los partidos a solicitar la ampliación sea una serie de fallas del sistema, un tema de tecnología que muy probablemente se podría haber evitado si existiera un presupuesto perfectamente etiquetado para garantizar recursos humanos y técnicos.
La cantidad de cargos que están en disputa en esta elección local, donde se incluyen gubernatura, diputaciones locales y 217 alcaldías, cada una con su respectiva planilla, convierte a Puebla en un estado con características y necesidades especiales.
No haberlo previsto rebasó lo posible y generó que se tomaran decisiones sobre las rodillas, situación que se debería evitar, para que más adelante no sea motivo de impugnaciones y complicaciones.
Recortar presupuestos en ocasiones sale caro. Aquí quedó demostrado.
Ni más ni menos.