Lo que está pasando en San Andrés Cholula es un ejemplo claro de hasta dónde puede llegar la descomposición de Morena si no se cuida la identidad de los candidatos, pues en este municipio, pese a la fuerte división que existe entre las diferentes corrientes internas de la 4T, la mayoría de las facciones han alcanzado un punto de acuerdo consistente en que si el abanderado a la alcaldía es contrario al movimiento obradorista, se abstendrán de participar en el actual proceso electoral.
Tal situación debería empezar a preocupar a Alejandro Armenta Mier, el aspirante de Morena a la gubernatura del estado, ya que para ganar la titularidad del Poder Ejecutivo son fundamentales los votos de la Zona Metropolitana de Puebla –pues ahí se concentra poco más del 40 por ciento de los sufragios en la entidad– y hasta ahora es donde existe el mayor malestar de las bases obradoristas por la abrupta llegada de priistas y panistas que quieren ocupar importantes candidaturas de la 4T.
Sin contar que empieza a percibirse un fuerte contraste: mientras en Morena se observa un creciente enojo por la manera en que se está eligiendo a los aspirantes a cargos de elección popular, en el PAN hay cohesión en torno a los principales postulantes que se perfilan a ocupar las candidaturas más importantes.
Todos unidos contra Huepa
El caso San Andrés Cholula es muy emblemático del extravío en que se encuentran los dirigentes políticos que están tomando las decisiones en la 4T.
A nivel de municipios, el triunfo más importante que ocurrió en la icónica elección de 2018 fue sin duda el que Morena ganara la plaza de San Andrés Cholula, pues este territorio era uno de los bastiones más importantes del PAN en todo el país.
El PAN no había perdido una sola elección entre 1995 y 2016, cuando se votó por un gobernador cuyo periodo duró un año y 8 meses.
Un factor esencial para que en 2018 se derrotara al panismo, que parecía invencible, es que el electorado le pasó “la factura” al PAN por la represión que se vivió en esa demarcación a causa de los excesos del entonces jefe político de la derecha, Rafael Moreno Valle Rosas, que le quitó territorio al municipio, el control del agua y después intentó acabar con la zona histórica-religiosa de la pirámide cholulteca, cuando buscó instalar una plaza comercial en esa área.
Fue entonces cuando surgieron los liderazgos de izquierda de Karina Pérez Popoca, de Tonantzin Fernández Díaz, así como de las familias Xicale y Tlachi, entre otros actores.
Algunos de ellos fueron encarcelados, otros fueron perseguidos judicialmente y todos sufrieron el acoso del poder político.
Por eso resulta un agravio de grandes dimensiones que ahora aparezca en Morena, y como principal aspirante a ser candidato a edil de la 4T, un personaje que fue “el brazo derecho” del morenovallismo en el municipio de San Andrés Cholula. Que fue parte de la fuerza política represora.
Se trata de Miguel Ángel Huepa, quien fue alcalde panista de San Andrés Cholula entre los años 2011 y 2013, y posteriormente fue legislador federal, siempre ligado a los intereses del entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Por su ominoso pasado, Huepa no debería tener cabida en ningún espacio de la izquierda poblana. Sin embargo, se le dejó pasar a las filas de Morena –una vez que se extinguió su popularidad en el PAN– y se le impulsó como aspirante a candidato de la 4T a edil de San Andrés Cholula.
Eso es una muestra clara de que en la 4T poblana falta sentido común y mucho pudor político.
El efecto Huepa ya surtió efecto. Las diferentes corrientes internas de Morena en el municipio han decidido unirse y buscar un propósito en común, que es: no permitir que la candidatura a alcalde sea para el ex edil panista.
Hace unos días, los casi 30 aspirantes a la candidatura a alcalde de San Andrés Cholula le expusieron a los representantes de Morena, palabras más, palabras menos, la siguiente advertencia: “aceptamos la candidatura de cualquiera de nosotros, menos la de Miguel Ángel Huepa”.
La segunda advertencia fue: si el político panista avanza en el proceso de selección de abanderados, entonces las corrientes de Morena en el municipio se abstendrán de participar en el actual proceso electoral.
Ahora lo único que falta es que la soberbia no siga cegando a los dirigentes de Morena y entiendan el tamaño del agravio de que Huepa esté en las filas de la 4T.