Actores políticos y económicos que apenas hace unos pocos años eran hostiles hacia la 4T, ahora están intentando influir en las negociaciones para definir a algunos de los candidatos de Morena. Tal es el caso de la influyente asociación civil Consejo Mexicano de Negocios (CMN), que es una agrupación que reúne a poco más de 60 empresarios, que se destacan por estar en la lista de los más acaudalados del país.
Ahora se sabe que el CMN ha tenido importantes acercamientos con Mario Delgado, el presidente nacional de Morena, para intentar impulsar una serie de nombres que le interesa que queden como candidatos de la 4T a alcaldes de la zona metropolitana de Puebla, que es una región fundamental en el mapa de negocios de quienes forman parte de dicha asociación.
Se dice que el CMN estaría intercediendo fundamentalmente por dos personajes: José Chedraui Budib para que pudiera ser el próximo candidato a alcalde de la ciudad de Puebla y por Eduardo García Casas, mejor conocido como Yayo Casas, quien busca ser aspirante a edil de San Andrés Cholula, uno de los municipios con mayor plusvalía inmobiliaria en el país.
En el caso de Yayo Casas, quien es hijo del finado Eduardo García Suárez – conocido como “el Pichón”—que fundó el Frente Universitario Anticomunista y el Yunque, estaría siendo respaldado por Rolando Vega Sáenz, el actual presidente del CMN, y por “el Diablo” José Antonio Fernández Carvajal, quien es poblano, pero ejerce cargos directivos en consorcios regiomontanos, como es la caso de Femsa, en donde fue el CEO entre los años 2001 y 2014.
Mientras que con José Chedraui Budib, que ha sido el caso más sonado de conversión de empresario priista a ahora mimetizarse como morenista, estaría siendo respaldado por Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México y presidente del Grupo Carso, así como por la familia Chedraui que es propietaria de los almacenes que llevan ese apellido como nombre comercial.
Llama mucho la actuación del CMN porque apenas hace un lustro algunos de sus integrantes financiaban –y tal vez lo siguen haciendo—las campañas de odio en contra de Andrés Manuel López Obrador, a quien tildaban como “un peligro para México”.
Pero ahora como la 4T tiene el respaldo popular para repetir otro sexenio en la Presidencia de la República, los empresarios más acaudalados entraron en un proceso de amnesia selectiva para supuestamente olvidar su pasado de anti-izquierdas.
El Consejo Mexicano de Negocios está formado por un selecto grupo de alrededor de 60 directivos y propietarios de las empresas más grandes de México, que a su decir la riqueza que acumulan equivale al 17 por ciento del Producto Interno Bruto del país, generan 1.6 millones de empleos y sus negocios llegan a 87 naciones.
Hace un par de meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador asistió a la última asamblea del CMH en donde se anunció el relevo en la presidencia de Antonio del Valle, quien fue sustituido por Rolando Vega Sáenz, quien es presidente del Consejo de Administración de Seguros Atlas y es parte del Grupo México, que encabeza el controvertido German Larrea.
El 14 de noviembre del año pasado, tras la inauguración del congreso CREO MX, de apoyo a la micro y mediana empresa, Rolando Vega informó que los miembros del CMN planean invertir este año alrededor de 50 mil millones de dólares en México.
Y al hablar del fenómeno del neashorsing, que es la relocalización de empresas en México, dijo que hay las condiciones económicas y jurídicas para que avance en este año la mudanza de cientos de compañías a territorio nacional. En ese sentido definió:
“Vamos a tener una presidenta, creo que las dos –Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez– tienen una capacidad amplia para poder gobernar y dirigir a México, en ese sentido, estamos tranquilos”.
Es decir, hoy le apuestan a la derecha y la izquierda por igual, para no quedar fuera del poder político. Quién lo iba a decir que hace unos años algunos empresarios del CMN decían que si gobernaba López Obrador se largaban del país. Esa promesa ahora fingen que ya no lo recuerdan.