Se dice que el priista Jorge Estefan Chidiac se siente muy seguro de su ingreso a la 4T –por la vía del Partido Verde Ecologista– y lo que al parecer lo detiene por el momento para anunciar oficialmente su salida del PRI, es que está buscando desde ahora amarrar la obtención de la presidencia de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, que es un cargo estratégico para gestionar y controlar los presupuestos públicos del país.
Una posición que no le es ajena a Estefan pues las veces anteriores en que ya fue diputado federal –por el PRI– siempre estuvo en las comisiones claves para el manejo hacendario y presupuestal del país, además de haber sido artífice de la aprobación del cuestionado rescate bancario –el Fobaproa– durante el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo.
Lo que llama la atención es que hasta ahora no ha surgido una sola objeción en la cúpula nacional de la 4T en contra de este posible tránsfuga del PRI, pese a que lo tienen plenamente identificado –en su papel de secretario de Finanzas del Partido Revolucionario Institucional– de que estuvo involucrado en la construcción de la estructura financiera que permitió repartir miles de monederos electrónicos con los que se pagó la compra de votos en contra del candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, durante el proceso electoral de 2012.
El problema con Estefan y su posible deserción del PRI, no es su cambio de “camiseta política”, sino lo que ha representado para México su desempeño como legislador federal.
En su momento, Estefan jugó un papel clave en la defensa de las políticas presupuestales de los gobiernos priistas de Ernesto Zedillo Ponce de León y de Enrique Peña Nieto, y del panista Felipe Calderón Hinojosa. Es decir, fue un eficiente operador de las políticas neoliberales que acabaron siendo sendas “fabrica de pobres” en la nación.
Por esa resulta incongruente que la 4T que, se supone tiene como eje central el desmantelamiento de la política económica de la era neoliberal, ahora le abran las puertas a un financiero que ha sido un fiel defensor de ese modelo que ha contribuido de manera decisiva a ensanchar la enorme desigualdad social que priva en México.
Frente a este silencio de los altos mandos de la 4T, han surgido dos especulaciones para explicar el buen trato que le han dado a Estefan:
Primera: la obsesión por lograr el llamado “Plan C de la reforma electoral” que, consiste en obtener la mayoría calificada en la próxima legislatura federal, está llevando a Morena y sus aliados a dejar pasar a quien sea, sin importar sus oscuros pasados, con la única condición de que contribuyan a aportar los miles de votos que se requieren para obtener una votación abultada y ganar la mayor cantidad de diputaciones y senadurías.
Segunda: que Estefan y otros tantos priistas que están migrando a la 4T, habrían contribuido con dinero y/o operación electoral en el reciente proceso interno de Morena para elegir al candidato presidencial, y por ende están exigiendo –con candidaturas– el llamado “pago de facturas políticas”.
En 2019, Estefan iba a desertar por primera vez
Sobre la segunda especulación mencionada con anterioridad, es importante hacer notar que Jorge Estefan ya había sido parte de un comportamiento de operar políticamente a favor de Morena para ser admitido en esta fuerza política.
Luego de la muerte trágica de los exgobernadores Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Érika Alonso Hidalgo –en diciembre de 2018–, surgió una primera relación de cercanía entre Jorge Estefan Chidiac y Luis Miguel Barbosa Huerta, a quien le habían hecho fraude en la elección –de hace seis años– de titular del Poder Ejecutivo estatal.
Como parte de ese entendimiento, Estefan fue nombrado secretario de Finanzas del Gobierno del estado mediante un acuerdo entre el entonces mandatario interino Guillermo Pacheco Pulido y Luis Miguel Barbosa Huerta, quien se preparaba para volver a competir por la gubernatura en la elección extraordinaria de 2019.
El plan original era que cuando ganara Barbosa los comicios, Estefan se mantendría al frente de la Secretaría de Finanzas en el nuevo gobierno.
Había tanto entendimiento que, por esas fechas, Jorge Estefan –quien es originario de Oaxaca, pero hizo su carrera política en Puebla– estuvo a punto de anunciar su renuncia al PRI e incorporación a Morena. Se comenta que ya hasta tenía diseñado un nuevo guardarropa de chalecos y camisas de color marrón, para abandonar las prendas rojas que son emblemáticas del tricolor.
Ese cambio de partido no se produjo por la repentina ruptura que brotó entre Estefan y Barbosa como resultado de que el primero de ellos habría vaciado las arcas presupuestales del Gobierno del estado, lo que dejaba al político morenista sin fondos públicos para arrancar su gestión en los meses se octubre a diciembre de 2019, luego de que ya había ganado la elección de ese año.
Por esa razón Estefan ya no ingresó al gobierno de Barbosa y se fue de Puebla una larga temporada.
Hay una versión no confirmada –que cuenta– de que en alguna ocasión Luis Miguel Barbosa habría dialogado con Emilio Gamboa Patrón, uno de los priistas más poderosos de las últimas décadas, para pedirle que le recomendara a un experto en manejo de cuentas públicas.
La respuesta de Gamboa habría sido pedirle a Barbosa que ya perdonara a Jorge Estefan Chidiac y le permitiera convertirse en diputado local del PRI, situación que le ayudaría para que, desde el Congreso del estado, pudiera revisar las cuentas públicas del Gobierno del estado, aprovechando que es experto en temas de auditorías.
Se dice que Barbosa aceptó, pero con la condición de que la relación con el futuro legislador priista no fuera más allá del tema de la fiscalización de fondos públicos.
Una vez que Estefan estuvo instalado en el Poder Legislativo poblano echó a andar su capacidad de negociación política y logró poner a la bancada de diputados locales del PRI al servicio de los intereses del Gobierno del estado, en lugar de que los legisladores del tricolor asumieran su papel de opositores.
Y no solamente se dio un acercamiento en temas institucionales, sino también en el terreno político.
Como cuando Estefan habría puesto a todos los presidentes municipales del PRI a recabar firmas a favor de la consulta de revocación de mandato del presidente de la República, lo que permitió al gobierno de Barbosa ocupar el primer sitio nacional en el aporte de dichas rúbricas.
Ese comportamiento de Jorge Estefan Chidiac es lo que, poco a poco, primero le permitió reconciliarse con Luis Miguel Barbosa y ahora le está abriendo las puertas de la 4T.