La decisión de Morena de aplazar nuevamente para el 9 de marzo la publicación de sus precandidatos a diputados locales y presidentes municipales tiene un claro propósito: evitar que los inconformes puedan buscar la nominación de otros partidos o coaliciones, especialmente la opositora Mejor Rumbo para Puebla.
De acuerdo con los análisis de la mesa política estatal de la cuarta transformación, en la que participan los dirigentes de Morena, el PT, el PVEM, Nueva Alianza y Fuerza por México, así como el gobernador Sergio Salomón Céspedes y el candidato a sucederlo, Alejandro Armenta Mier, la coalición opositora tiene dificultades para registrar candidaturas comunes en algunos de los municipios más importantes de la entidad.
Y es que en varios de ellos estarían esperando qué aspirantes de los que se registraron por Morena para diputados al Congreso del estado y presidentes municipales quedan fuera, para cacharlos y postularlos por la coalición Mejor Rumbo para Puebla, como candidatos comunes o como candidatos del PAN, el PRI, el PRD o el partido estatal Pacto Social de Integración (PSI).
En el caso de la capital, este aplazamiento puede resultar contraproducente para el que parece el favorito de la cúpula morenista para la Presidencia Municipal de Puebla: el empresario José “Pepe” Chedraui Budib.
No solo porque se mantendría la incertidumbre, sino porque los aspirantes críticos de este –entre los que destacan el diputado federal Alejandro Carvajal Hidalgo y la ex presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco– podrían arreciar sus descalificaciones para desgastarlo ante la militancia de Morena mostrándolo como un arribista de la cuarta transformación.
Pero además porque no se ve cómo en los días que faltan para que se publiquen los nombres de los aspirantes aprobados para la Presidencia Municipal de Puebla, pueda construirse una candidatura de unidad o de consenso en torno a Pepe Chedraui que sume a los fundadores de Morena y a los históricos de la izquierda poblana.
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El reparto de candidatos a diputados de la coalición Sigamos Haciendo Historia
El listado con la distribución de los 26 distritos que aparece en el convenio que la coalición Sigamos Haciendo Historia en Puebla registró ante el Instituto Electoral del Estado es engañoso.
De entrada porque el reparto de demarcaciones solo es enunciativa, mas no real. Según el convenio, a Morena le corresponden doce, entre ellas los distritos 7 de Texmelucan, 13 de Tepeaca, 15 de Tecamachalco, 17, 19 y 20 de Puebla, 18 de Cholula, 21, 22, 23, 24, 25 y 26 de Atlixco, Izúcar de Matamoros, Acatlán, Tehuacán y Ajalpan; al PVEM, seis; al PT, cinco; a Nueva Alianza, dos, y a Fuerza por México, uno.
La distribución en engañosa porque de los seis asignados al PVEM, la mayoría se destinarán a presidentes municipales y figuras que saldrán o terminarán de desfondar al PRI, como Laura Guadalupe Vargas Vargas o José Luis Márquez Martínez.
Lo mismo sucederá con el PT, que en el listado registrado ante el IEE aparece con 5 distritos.
De estos, los únicos seguros para miembros de esta organización serán los etiquetados para Nora Merino Escamilla, Mónica Silva Ruiz y José Antonio López Ruiz.
De los dos distritos asignados al partido estatal Nueva Alianza, el 4 de Zacapoaxtla y el 12 de Amozoc, el primero será para su dirigente, Emilio Salgado Néstor, ex secretario general de la Sección 23 del SNTE.
El Distrito 5 con cabecera en el municipio de Libres, siglado según el convenio para el partido Fuerza por México, también será para su presidenta estatal, Maiella Martha Gabriela Gómez Maldonado.
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Comisión de Búsqueda: aún con poco presupuesto, tiene subejercicios
Con el arribo de Luis Javier Cervantes Gómez a la Comisión de Búsqueda de Personas, en sustitución de María del Carmen Carabarin Trujillo, hace cuatro meses, la situación del organismo no ha mejorado.
El nuevo titular tampoco ejerce los pocos recursos federales que recibe la Comisión para la localización de personas reportadas como desaparecidas, entre ellos los 5 millones de pesos etiquetados para el curso de análisis de contexto con perspectiva de género, la certificación del personal y otro curso sobre la situación que guardan las desapariciones en el estado de Puebla.
Y lo peor que también intentó simular la impartición de estos cursos de capacitación los últimos días de diciembre, queriendo convencer al coordinador administrativo de la Secretaría de Gobernación de que liberara esta partida y él se encargaba de reunir la evidencia de que estos se habrían impartido al personal de la Comisión.
Otro problema del nuevo titular es que tiene laborando en la Comisión a personas sin soporte presupuestal, pues las partidas destinadas a cubrir sus salarios correspondían al ejercicio federal de 2023. A estas personas se les ofreció su recontratación con la promesa que en marzo les pagarían sus salarios, de lo cual no existe ninguna certidumbre.
De hecho, puedo anticiparle que no pasarán muchos días para que los colectivos que existen en el estado dedicados a la búsqueda de desaparecidos comiencen a cuestionarlo, porque los drones que les prometió no llegan, ni llegarán, y porque ahora tienen que financiar los viáticos de los enviados de la Comisión a las distintas regiones y municipios donde se reporta la desaparición de personas.
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