Al acudir a un llamado de auxilio por un caso de violencia doméstica en Burnsville, Minneapolis (Minnesota, EE. UU.), dos policías y un bombero fueron recibidos a balazos y resultaron muertos; otros agentes resultaron heridos.
Fue la Asociación de Policías y Oficiales de la Paz de Minnesota la que confirmó los decesos de los dos uniformados, Paul Elmstrand y Matthew Ruge, y el bombero y paramédico, Adam Finseth, los cuales lamentó el gobernador de ese estado, Tim Walz.
“Cuando respondían al reporte de una familia en peligro, dos policías y un bombero perdieron la vida, y otros oficiales resultaron heridos. Nunca debemos dar por sentados la valentía y los sacrificios que nuestros policías y socorristas hacen todos los días. Mi corazón está con sus familias hoy y el estado de Minnesota entero está con Burnsville”, escribió en Facebook el mandatario, quien calificó los hechos como “terribles noticias”.
Después del tiroteo en contra de los representantes del orden, del que no se brindaron muchos detalles, una gran cantidad de patrullas de la policía, ambulancias y camiones de bomberos acudieron al lugar.
Brian Peters, director ejecutivo de la Asociación de Policías y Oficiales de Oaz de Minnesota, manifestó a través de un comunicado: “Estamos desconsolados, nuestra comunidad de funcionarios del orden está desconsolada. Estamos devastados por esta pérdida tan terrible”.
“Estos héroes dejan atrás a seres queridos y a una comunidad que siempre recordará su valentía y su dedicación a la seguridad de Minnesota”, agregó.
Departamentos de Policía de otras partes del estado y del país se solidarizaron con sus colegas de Burnsville y a través de redes sociales expresaron sus condolencias, a sus compañeros y familiares, con palabras e imágenes.
Varias fuentes identificaron a Shannon Cortez Gooden, de 38 años, fallecido en el tiroteo, como el sospechoso de matar a los dos agentes de policía y al bombero. En 2020, Shannon Cortez solicitó que se le restableciera su derecho a portar armas, el cual le había sido retirado debido a una condena por agresión grave de 2008.