El Puebla, de la Primera División del Futbol Mexicano, se desligó de los problemas de embargo sufridos este día a temprana hora una vez que el adeudo dado a conocer fue de una administración diferente a la actual.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) embargó hoy propiedades del cuadro de la Franja, entre ellas su autobús –que luego sería devuelto–, debido a que cuenta con un adeudo desde el 2007 tras una auditoría realizada, lapso en el que Francisco Bernat era el administrador del club.
En la presente administración Bernat ya no es más parte de la institución poblana y no ha querido ofrecer la documentación a la actual gestión del club encabezada por Ricardo Henaine, quien ni siquiera era socio del Puebla cuando hace cinco años se suscito el déficit.
Así lo dio a conocer el propio club a través de un comunicado, en el que agregó que ha sido notificado de un crédito fiscal de hasta 14 millones de pesos, por lo que podría correr el riesgo de ser embargado el estadio Cuauhtémoc.
“Hemos sido notificados de la existencia de un supuesto crédito fiscal de hasta 14 millones de pesos correspondiente al ejercicio 2007, época en que nuestro Presidente, el señor Ricardo Henaine Mezher, no era socio y mucho menos administrador del Puebla de la Franja”, señaló el club.
En la actual dirigencia desconocen los problemas añejos, dio a entender la institución.
“De momento carecemos de la información necesaria para rebatir el crédito fiscal que ha sido determinado, ya que Francisco Bernat se ha negado a proporcionarnos la documentación necesaria para tal efecto, misma que indebidamente sustrajo del propio estadio”.
Cabe mencionar que durante años Bernat y Henaine alegaron por ser los dueños y socios mayoritarios del club, hasta que el segundo se hizo del poder absoluto. Sin embargo, en la actualidad Ricardo Henaine sostiene diferencias con el gobierno del estado, lo que perjudica sin duda al Puebla, que bien podría cambiar de sede.
Devuelven el autobús
El operativo fiscal en el estadio Cuauhtémoc, sede del club Puebla de la primera división del futbol mexicano, sorprendió este viernes al técnico colombiano Juan Carlos Osorio y a sus jugadores cuando llegaban a entrenar.
Grandes sellos de clausura fueron colocados en el autobús que utiliza el equipo y una movilización de agentes de la oficina de Administración Tributaria se mantenía en el estadio. Al final el automotor fue liberado pues pertenece a un patrocinador.
Pese al operativo fiscal, Osorio dirigió la práctica de sus jugadores, que luego se retiraron en sus vehículos particulares.
“Es una situación difícil, complicada y frustrante para los muchachos, estoy muy sorprendido, pero sería injusto de mi parte comentar sobre una situación que conozco a medias. Trataremos (…) de concentrarnos en lo deportivo”, dijo el técnico.
Reafirmó que, pese a lo sucedido, el equipo mantendrá el compromiso del sábado ante el Pachuca.
Gonzalo Castillo, representante fiscal del dueño del equipo, Ricardo Henaine, explicó que todo se deriva de una auditoria ejecutada el año pasado sobre el periodo 2007, cuando el equipo tenía dueños distintos.
En el proceso los funcionarios fiscales retiraron del estadio todo tipo de muebles, computadoras e incluso balones.