Las recientes declaraciones de las diputadas del PAN, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Guadalupe Leal y Aurora Sierra, acerca de que no apoyarán que el cobro por el Derecho de alumbrado público (DAP) vaya a las arcas de los municipios, podría entenderse como un capítulo más del enfrentamiento entre los grupos de Genoveva Huerta y Eduardo Rivera Pérez.
Lo anterior debido a que ambas facciones siguen disputándose el control del instituto albiazul.
A eso hay que agregarle que el primer regidor capitalino está mostrando músculo político y liderazgo de cara al 2024, lo cual sus adversarios internos desearían frenar.
Cabe recordar que, el pasado sábado, el alcalde de Puebla encabezó al grupo de ediles que se reunieron con el gobierno del estado, los cuales apoyan el DAP.
En ese sentido, hay quienes dicen que Rivera Pérez ya está actuando como un gobernador en las sombras, algo que seguramente no será del agrado de sus contrincantes externos ni tampoco internos.
También es importante mencionar que la nueva dirigencia del PAN aún no está definida y que en un movimiento un poco extraño (porque no encuentra mucho sustento en los estatutos panistas), Jesús Giles y Olga Lidia Flores Gutiérrez solicitaron recientemente al Instituto Electoral del Estado (IEE) el ser inscritos como presidente y secretaria general, respectivamente, del blanquiazul.
Dichos personajes son afines a Genoveva Huerta, por tanto, enemigos naturales del riverismo.
Entonces, como puede ver apreciable lector, todavía están pendientes varios capítulos de esta guerra para controlar al “bolillo”.
Jalan orejas a diputado riverista
Hay una frase que reza “de niño cirquero y de viejo payaso” y ésta parece que le queda muy bien al diputado local de Morena y peón de la ex alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, Iván Herrera Villagómez.
Resulta que se aventó la puntada de querer ser un defensor de los derechos ciudadanos y quiso abrir las puertas del Congreso a las protestas por la iniciativa para el cobro de Derecho de Alumbrado Público (DAP).
En su viaje de opio se le ocurrió utilizar una escalera para subirse a una de las ventanas de la parte trasera de la sede del Poder Legislativo y que los manifestantes treparan para acceder al inmueble y realizar sus protestas en el Salón de Pleno.
Personal de seguridad tuvo que bajarlo a pesar de la intervención de sus asistentes, quienes trataron de impedirlo sin conseguir que se mantuviera en las alturas, con lo que vio frustrado su “acto de heroísmo”.
Después de este intento Herrera Villagómez fue llamado a la oficina de Presidencia en donde lo pusieron como “lazo de cochino”, con el regaño que recibió por poner en riesgo la seguridad de los diputados y trabajadores del Congreso.
Pobre diputado no da una y van dos veces que es regañado por brincarse las trancas y seguir las órdenes de la ex presidenta municipal que busca dinamitar la aprobación del cobro del DAP luego que a ella se lo quitaron en su último año de gestión.