La historia del labial rojo se remonta al Antiguo Egipto y terminó adquiriendo importancia durante la Segunda Guerra Mundial.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer quisiera recordar que hay símbolos que las mujeres usamos comúnmente sin darnos cuenta de lo que representan como el labial rojo. Sí, así como lo leíste un color que a veces utilizamos para salir de fiesta dice más de lo que pensábamos.
La historia del labial rojo se remonta a la antigua civilización de Mesopotamia, cuando era creado a base de insectos, pero terminó volviéndose un verdadero simbolismo feminista durante la aparición de las sufragistas y la Segunda Guerra Mundial.
Siempre he creído que el color rojo capta la atención de manera inmediata de aquel que lo mira. Puede brindarte sensualidad en el rostro en menos de diez segundos y yo por eso ya no me despego de mi Ruby Woo.
Detrás del pintalabios rojo hay una larga historia, pues ha sido símbolo de falsas acusaciones, de desprestigio y de lucha.
Origen y diversas leyendas en torno a él
Usar el color rojo en los labios se popularizó desde el año 2,500 A. C. con la reina sumeria Puabi de Ur, que aparece en las pinturas con ese color en sus labios.
Se cree que para pigmentar los labios de este color se utilizaban rocas rojas pulverizadas y carbonato de plomo blanco, altamente tóxico, que terminó provocando graves enfermedades o, peor aún, la muerte en quienes lo usaban de manera frecuente.
Para hacerlo se machacaban piedras semipreciosas, se trituraban escarabajos y hormigas o se molían escamas de pescado.
Durante la época del Antiguo Egipto se utilizaba el término el ‘beso de la muerte’ y la reina Isabel I, por desgracia, comprobó de la peor manera este dicho.
La soberana era conocida por su amor a la cosmética y se pintaba los labios rojos de manera constante, tanto que durante su mandato se adoptó esta costumbre y hasta se tuvo la creencia de que gracias al labial rojo se podría evitar la muerte.
Sin embargo, tiempo después se supo que el polvo y el labial que la reina Isabel I se aplicaba todos los días la habría terminado matando, pues contenía plomo blanco.
No obstante, algunas mujeres siguieron utilizándolo y fueron tachadas de moral cuestionable en Reino Unido. Incluso se le llegó a ligar con brujería, pues acusaban a algunas de utilizar este color para seducir hombres y hechizarlos.
Tiempo después, en Francia, el uso del labial rojo volvió con más fuerza en las mujeres de clase alta. Las que no lo utilizaban eran vistas como campesinas y prostitutas.
En 1800 la reina Victoria dijo que su uso era de mala educación y el rechazo hacia este pintalabios creció.
Historia del labial rojo como símbolo de empoderamiento
Como ya leíste la historia del labial rojo es una película llena de giros inesperados, una relación de amor y odio social que lo convirtió en un importante símbolo para la mujer.
La estrella francesa de cine Sarah Bernhardt volvió a popularizar el labial rojo luego de aparecer con él en un poster. Los elementos utilizados para su elaboración pasaron de ser tóxicos a inocuos, pues comenzó a fabricarse con cera de abeja y aceite de ricino.
Las barras de labial se vendían envueltas en papel de seda, pero en 1915 se creó la primera barra de labial en tubo de metal. Millones de mujeres tuvieron acceso a este nuevo y práctico formato que comenzó a volverlo un símbolo femenino y, posteriormente, de empoderamiento.
Madeleine Marsh, autora de Compacts and Cosmetics, destacó en el libro recién mencionado el uso del labial rojo durante la primera manifestación feminista:
“La primera y más famosa manifestación de lápiz labial rojo fue, de hecho, en Nueva York, cuando las sufragistas salieron a las calles, se unieron, y como parte de su desafío y luchar por el voto, todos usaban lápiz labial rojo brillante”.
A principios del siglo XX las sufragistas luchaban por su derecho al voto y en una manifestación pacífica decidieron utilizarlo y poco a poco se fue convirtiendo en parte de su uniforme.
Compañías como Chanel y Elizabeth Arden buscaron apoyar la importancia de este producto que comenzaba a representar independencia, lucha e identidad.
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El labial rojo durante la Segunda Guerra Mundial
A los nazis les gustaba que la pureza racial se reflejara desde el rostro en sus mujeres. Las preferían rubias, sanas y con mejillas sonrosadas por el esfuerzo deportivo, practicado preferentemente dentro de la Liga de Muchachas Alemanas o por el trabajo al aire libre.
Los coloretes, pintalabios, la depilación de cejas o hábitos como fumar eran asociados a costumbres extranjeras de ‘mujerzuelas’ cosmopolitas.
La aberración que Adolf Hitler sentía por el maquillaje hizo que este color fuera mayormente utilizado por quien no compartía su ideología.
El entonces presidente de Reino Unido, Winston Churchill, fue uno de ellos, quien a pesar de que la industria cosmética paralizó su producción, dándole sitio a empresas más urgentes, hizo una excepción con el labial rojo.
El mandatario realizó esta acción, pues afirmó que su uso ‘levantaba la moral de la población’. En una época en la que la comida era racionalizada, los labiales se repartían por doquier, lo que fue transformándolos en un símbolo de lucha y distinción en la sociedad moderna.
Winston Churchill y el labial rojo
Rachel Felder, autora del libro Red Lipstick: An Ode to a Beauty Icon, explicó lo siguiente respecto a la historia del labial rojo:
“Winston Churchill entendió que llevar pintalabios rojo hacía a las mujeres sentirse fuertes, seguras y atractivas, unos sentimientos especialmente preciados en tiempos de crisis […] El acto de pintarse los labios emana un mensaje de autoridad y convicción. Para las mujeres que lo llevan es tanto una espada como un escudo, escondiendo cualquier inseguridad y demostrando fuerza asertiva”.
Ádemás, Churchill pidió a las mujeres ponerse labial rojo como acción propagandística para levantar el ánimo de los soldados que luchaban
Firmas cosméticas se sumaron a esta forma de pensar, como Elizabeth Arden, que creó un kit de maquillaje para las mujeres de la marina estadounidense que combinaba con sus uniformes. Por su parte, Helena Rubinstein hizo tonos de pintalabios y sombras con nombres como ‘Rojo de regimiento’, ‘Comando’ o ‘Rojo combatiente’.
La campaña publicitaria ‘Guerra, mujeres y pintalabios’ de la marca Tangee creó un eslogan verdaderamente inolvidable:
“Ningún labial –ni el de nuestra firma ni el de ninguna otra– va a ganar la guerra. Pero simboliza una de las razones por las que estamos peleando… el preciado derecho de las mujeres a lucir femeninas y hermosas, bajo cualquier circunstancia”.
El labial rojo comenzó a representar lo que muchos querían callar: una mujer ‘sexualmente provocativa, políticamente activa y socialmente independiente’.
Un simple elemento del maquillaje terminó convirtiéndose en un arma de resistencia a la imposición. Un no necesario que poco a poco fue creciendo hasta volverse un movimiento en pro de la igualdad de género.
¿Y a ti te gusta el labial rojo? De ser positiva tu respuesta, cuéntanos en los comentarios cuál es tu rojo favorito y de qué marca.