Es increíble que al final del actual trienio tengamos a una mujer con dos personalidades totalmente diferentes.
Conocimos a Claudia Rivera y ahora estamos viendo a Clau Rivera; dos etapas de una sola mujer.
La primera es por la que votaron los poblanos hace 3 años con la esperanza de que iba a ser diferente, iba a cambiar la imagen de Puebla y a marcar historia política de la capital del estado
La segunda es la candidata de hace unos meses quien fue rechazada por los poblanos. Y todo porque decepcionó a los electores y se colocó como una de las peores alcaldesas a nivel nacional, lo cual ya es mucho
Clau Rivera se trató de vender entre los poblanos como una nueva política, como una ave que resurge de entre las cenizas y buscó conquistar a los poblanos, sin embargo éstos ya no le creyeron porque padecieron la decepción como alcaldesa.
Claudia Rivera fue incapaz de cumplir con las ofertas electorales, por el contrario, dejó crecer el ambulantaje en un aparente negocio. También hubo escasez de obras, hizo compras absurdas cómo los respiradores artificiales, colocó bolardos inútiles por toda la ciudad, además de que se enfrentó directamente con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
Clau Rivera, por el contrario, hasta sacó producción en la imagen. Mucho más esbelta y más estilizada.
Ofreció, en campaña, lo que no pudo cumplir como funcionaria pública.
Hoy con la misma faz en el tercer informe de gobierno habla de logros que sólo ella presume y aún así se ufana de que es un buen comienzo.
Así tenemos a la Clau Rivera satisfecha de todo lo que logró por Puebla
En el otro extremo tenemos a Claudia Rivera que no pudo ni con la remodelación de un mercado y mucho menos con el zócalo de la ciudad y se va como de las peores presidentas a nivel nacional, no de Puebla sino más allá de nuestras fronteras.
La van a freír en fuego lento
Por cierto, ¿De las más de mil observaciones que tiene de su primer año de gobierno cuánto tiempo le llevará cumplir cada una de ellas?
Hoy tiene equipo para poder trabajar en ellas, pero pronto estarán fuera del presupuesto y sus empleados comenzarán a emigrar a otros proyectos personales. La irán dejando sola poco a poco.
Es la orfandad del poder.
Que cada observación les lleve medio día, tendría que solventarlas 60 al mes por lo menos y les llevaría año y medio.
Con que el 30 por ciento que quede sin comprobación en el tiempo que les marca la Auditoría Superior del Estado de Puebla las cosas se les van a poner muy complicadas.
Difícil panorama se le viene a Claudia Rivera.
FIN