En una investigación reciente publicada por The Guardian, hasta 16 mujeres han acusado al famoso mago estadounidense David Copperfield de agresiones sexuales que abarcan desde finales de la década de 1980 hasta 2014. Según los informes, cuatro mujeres sostienen que Copperfield las manoseó y las obligó a tocarlo de manera sexual durante actuaciones en el escenario.
Algunas de las acusadoras aseguran que eran menores de edad en el momento de los incidentes, con edades incluso tan jóvenes como 15 años. Estas denuncias resurgen en un contexto marcado por el movimiento #MeToo, que ha alentado a muchas víctimas de abuso a compartir sus experiencias.
David Copperfield ha negado categóricamente las acusaciones, afirmando que nunca ha cometido ningún delito y menos aún contra menores de edad. Sus abogados han calificado las acusaciones de falsas e inverosímiles, destacando que las autoridades estadounidenses investigaron previamente las denuncias sin encontrar pruebas.
El representante de Copperfield ha insistido en que estas acusaciones no reflejan la verdadera naturaleza del mago, quien supuestamente ha arriesgado su carrera para proteger a mujeres de depredadores poderosos. Copperfield ha expresado su frustración por no haber recibido evidencia sustancial que respalde las acusaciones en su contra.
En el pasado, David Copperfield ya enfrentó acusaciones similares en 2018, las cuales también negó rotundamente. Afirmó que las denuncias eran falsas y celebró que el presunto agresor fuera detenido, enfatizando su propia inocencia en el asunto.
Estas nuevas acusaciones contra Copperfield han avivado un debate sobre la responsabilidad y la credibilidad en casos de agresión sexual, especialmente en un contexto donde el movimiento #MeToo ha impulsado a las víctimas a hablar. Sin embargo, Copperfield sigue defendiendo su reputación y niega cualquier conducta inapropiada a lo largo de su carrera.