El resultado de las últimas encuestas publicadas puede o no preocupar al panismo poblano.
Pueden preocuparles, porque en caso de ser reales, implicaría que tienen el camino cuesta arriba rumbo al 2 de junio.
No es nada fácil remontar una ventaja de 25 puntos, nadie lo ha hecho desde que tengo memoria. Pero también, puede no preocuparles si se toma en cuenta que más allá de lo que digan las encuestas, que más bien parecen ser instrumentos de propaganda, el mood social es de hartazgo hacia la política y los partidos políticos.
Acción Nacional nunca ha sido un partido de estructuras, sus triunfos hasta antes de la llegada de Rafael Moreno Valle, se debieron a la movilización ciudadana, misma que no depende de apoyos o dádivas, sino de estados de ánimo entre el electorado, principalmente de las clases medias en los grandes centros urbanos.
Esto sí puede y debe de preocupar al PAN, más allá de los números. Acción Nacional debe de luchar en contra de la apatía, del hartazgo social, palabra que comienza a ser el factor más común entre la población y que si puede ser un riesgo para la oposición, la cual depende la movilización social y de niveles de participación superiores al 60 por ciento.
El gran reto de la oposición y especialmente del panismo es luchar contra este hartazgo que se traduce socialmente en apatía, principalmente entre los jóvenes, un tercio del padrón electoral, quienes participarán por primera o segunda ocasión en una votación y que no se sabe en qué número y a ciencia cierta por quien.
Si la oposición, reitero, no logra modificar este mood social de hartazgo y apatía, sin duda Morena se va a alzar con el triunfo electoral en el país y por supuesto en Puebla, porque la estructura del oficialísimo es suficiente para levantarse con el triunfo, como ya quedó evidenciado en 2019, tras la muerte de Martha Erika Alonso, en donde en una elección extraordinaria y con una participación que no llegó al 35 por ciento, Miguel Barbosa se alzó con el triunfo en contra del ex rector de la UDLAP, Enrique Cárdenas Sánchez.
La movilización salvó a Barbosa, pero sobre todo la operación de priistas, todavía en ese entonces cómo Jorge Estefan y Pepe Márquez, pero el factor fundamental fue la apatía y la poca participación ciudadana que dio por hecho el triunfo de Morena.
El gran reto que tiene por delante el panismo y hacia allá es a donde tienen que enfocar sus baterías, es incentivar la participación ciudadana y vencer el letargo en el que parece haberse estancado una buena parte de la sociedad mexicana, así como las campañas mismas, las cuales están para llorar.
Una denuncia ciudadana. Al buzón de Las Serpientes tuvo a bien comunicarse una leal lectora para dar cuenta de un verdadero abuso por parte de las autoridades.
De acuerdo a lo que me relata, el coche de su papá se comenzó a calentar, por lo que llevó el auto a revisión con su mecánico de confianza, quien le confirmó que se trataba de un problema del radiador, mismo que se dispuso a arreglar.
Su papá dejó la unidad en el taller y al día siguiente regresó al taller mecánico, con las piezas que el “maestro” le había pedido comprar y en ese momento empezó su calvario, pues al lugar arribaron elementos de la Fiscalía de Puebla, quienes aseguraron el sitio.
El taller también era pensión de autos y supuestamente una camioneta que se encontraba dentro de este lugar, había sido utilizada para cometer un homicidio.
La Fiscalía procedió a asegurar todos los vehículos que se encontraban dentro del predio para realizar la investigación correspondiente, liberando días más tarde, al resto de los vehículos que se encontraban en el taller y también dejaron libre al dueño del mismo, sin embargo, las grúas que fueron utilizadas para “arrastrar” los vehículos y asegurarlos en lo que duró la investigación, le quiere cobrar a los dueños 18 mil pesos por cada una de las unidades, por concepto de arrastre y pensión, lo cual es un verdadero abuso.
¿Qué culpa tienen los dueños de los vehículos de haber estado en ese lugar? En total son 15 los autos con los cuales las grúas denominadas “Caballero’s”, quieren hacer negocio.
Ya de cuates dicen que se los dejan en 9 mil pesos a cada uno de los afectados, esto en una verdadera canalla.
Conozco perfectamente al fiscal, Gilberto Higuera Bernal y sé que además de ser un buen servidor público, es todo un caballero, ojalá pueda tomar cartas en el asunto y evitar esta injusticia.