Ruby Franke, la madre de seis hijos y exestrella de YouTube, enfrenta una sentencia por abuso infantil que ha dejado atónitos a sus seguidores. Franke y su esposo, Kevin Franke, iniciaron el canal “8 Passengers” en 2015, acumulando seguidores mientras compartían su experiencia criando a una familia numerosa.
Sin embargo, el lado oscuro de su vida familiar salió a la luz, revelando un patrón de abuso físico y emocional hacia sus propios hijos.
La condena de Franke y su socia comercial, Jodi Hildebrandt, llegó tras admitir su culpabilidad en cuatro cargos de abuso infantil agravado. Los detalles macabros incluyen el uso de castigos extremos, como atar a los niños y aplicarles sustancias irritantes en sus heridas.
El hijo de 12 años de Franke logró escapar y denunciar la situación, lo que llevó al arresto de ambas mujeres en agosto del año pasado.
Durante la audiencia de sentencia en la corte de Utah, Franke se disculpó entre lágrimas ante el juez, admitiendo su responsabilidad en los actos abusivos. Alegó haber sido manipulada por Hildebrandt, quien también enfrentó su propia sentencia.
A pesar de sus disculpas, la pareja fue condenada a hasta 30 años de prisión, de acuerdo con la ley de Utah que limita la duración de las sentencias consecutivas.
El canal “8 Passengers” ha sido cancelado, y Kevin Franke ha solicitado el divorcio. El impacto de este escándalo va más allá de las consecuencias legales, sirviendo como un recordatorio sombrío de los peligros del abuso infantil y las complejidades de la vida detrás de la pantalla.
La comunidad en línea sigue asimilando la caída de una figura que alguna vez fue venerada como consejera de crianza.