En un revés para el presidente Joe Biden, los republicanos del Senado bloquearon un paquete fronterizo bipartidista diseñado para abordar la creciente cantidad de cruces fronterizos no autorizados. La votación de 49-50 impidió que el proyecto de ley avanzara, ya que requería 60 votos a favor. El acuerdo también incluía una asignación de 60 mil millones de dólares para Ucrania y 14 mil millones para Israel, y contaba con el respaldo de Biden.
La mayoría de los republicanos se opuso al acuerdo, insistiendo en que cualquier financiamiento para conflictos en el extranjero debería ir acompañado de ayuda para la seguridad fronteriza de Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos bipartidistas de negociación durante cuatro meses, el bloqueo refleja la división en el gobierno sobre este tema.
Cuatro republicanos votaron a favor del proyecto, mientras que seis demócratas lo rechazaron, algunos argumentando que iba demasiado lejos en ciertos aspectos. El grupo bipartidista de senadores que lideró las negociaciones lamentó la oportunidad perdida para abordar uno de los problemas más desafiantes de la política estadounidense.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, criticó a los republicanos que bloquearon el proyecto, especialmente aquellos que expresaron escepticismo sobre la ayuda a Ucrania en su conflicto con Rusia. Schumer afirmó que aquellos que intentaron bloquear la ayuda dejarán una sombra permanente y vergonzosa en la historia.
El estancamiento también afecta el envío de 60 mil millones de dólares en ayuda a Ucrania, que ha enfrentado oposición de conservadores en el Congreso. La suspensión del envío de armas a Kiev en un momento crucial del conflicto pone a los soldados ucranianos en una situación precaria frente a los ataques rusos.
Aunque existe la posibilidad de que el Senado vuelva a abordar el proyecto, su destino es incierto. Además, el texto ya debilitado enfrenta desafíos adicionales después de las críticas del expresidente Donald Trump. Trump lo calificó como un “horrible proyecto de ley fronteriza”, lo que podría complicar aún más su avance en un Congreso marcado por la disfuncionalidad.
En un desarrollo separado, se emitieron órdenes de cese y desistimiento contra dos empresas de Texas vinculadas a llamadas automáticas que utilizaban inteligencia artificial para imitar la voz de Biden, con el objetivo de disuadir a la gente de votar en las elecciones primarias de Nueva Hampshire el mes pasado.