Tras meses de bloqueo, el Parlamento turco ha dado luz verde a la entrada de Suecia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La medida fue respaldada con una votación mayoritaria de 287 a favor, 55 en contra y cuatro abstenciones en el órgano de 600 miembros. Por lo que ahora, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, puede firmar el protocolo para convertirlo en ley.
La decisión, una vez publicada en el boletín oficial de Turquía, marcará el fin de la demora en la ratificación de la membresía sueca, que había sido objeto de controversia debido a las preocupaciones de Turquía sobre la actitud de Suecia hacia grupos considerados amenazas a su seguridad, especialmente militantes kurdos.
Hasta este momento, Turquía había mantenido su bloqueo durante más de un año, exigiendo concesiones a Suecia, que incluían un enfoque más estricto hacia los milicianos kurdos y miembros de una red a la que Ankara atribuye un intento de golpe de Estado fallido en 2016.
Con esta aprobación, Hungría se convierte en el único miembro de la OTAN que aún no ha dado el visto bueno a la adhesión de Suecia, lo que plantea la posibilidad de perder la unanimidad necesaria para incorporar a un nuevo miembro en la alianza militar.
Suecia, por su parte, ha comprometido una mayor cooperación con Turquía en asuntos antiterroristas y ha expresado su respaldo a la aspiración de Turquía de unirse a la Unión Europea. Este paso marca un hito significativo en las relaciones entre ambos países y su contribución a la seguridad regional.