La lenta, pero irremediable, destrucción del PRI en Puebla comenzó cuando en el 2010, después de perder la gubernatura a manos de Rafael Moreno Valle, este partido político renunció a su papel de oposición y se resignó a ser comparsa del poder en turno.
Nacido desde el poder y para el poder, el tricolor poblano, jamás supo adaptarse a su nueva condición y claudicó.
El morenovallismo triunfa en el 2010 de la mano de muchos priistas que decidieron apoyar a Rafael y su grupo, por, según ellos, como ahora también lo argumentan, no ser tomados en cuenta por el actual grupo en el poder.
El melquiadismo y sus cuadros nutrieron al morenovallismo para contribuir a la derrota de López Zavala y del tricolor, aunque también el entonces gobernador, Mario Marín Torres, entregó la plaza.
A partir de ese momento, el PRI entró en una muy severa crisis, pues se quedó sin un liderazgo real. El entonces presidente estatal de este partido, Fernando Morales Martínez, hoy candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Puebla, terminó entregándole el control de la estructura tricolor a Rafael.
Pero lo peor llegó cuando Juan Carlos Lastiri Quirós asumió la dirigencia estatal del tricolor y, siguiendo las indicaciones de su amigo y entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, terminó entregándole el PRI a Moreno Valle, quien se convirtió en aliado incondicional del entonces presidente Peña.
El PRI una vez más abdicó a su papel de oposición y terminó por avalar todas las reformas que Rafael impulsó en el Congreso local, las cuales iban encaminadas a perpetuar a su grupo político en el poder, entre ellas, la aberración de crear una minigubernatura de un año y 8 meses y la creación del monstruo de las presidencias municipales de 4 años y 8 meses que acrecentaron los cacicazgos locales en Puebla.
Cabe señalar que, dichas reformas fueron avaladas por la dirigencia nacional del tricolor, que en ese entonces encabezaba Humberto “El Bailador” Moreira, ahijado de Elba Esther Gordillo, también protectora de Rafael.
El único dirigente estatal del tricolor que intentó confrontar a Rafael fue el ex diputado local Pablo Fernández del Campo, pero sus esfuerzos fueron inútiles, merced a que desde el CEN le enviaron a un verdadero “capo” como delegado, Fernando Moreno Peña, quien en el 2013 se dedicó exclusivamente a vender las candidaturas.
A partir de entonces la feria de las traiciones, se sucedieron una tras otra para terminar de hundir al PRI poblano y a sus candidatos, Enrique Agüera fue engañado y entregado a manos de Tony Gali, quien le ganó la pugna por la alcaldía de Puebla y lo mismo ocurrió con Blanca Alcalá en el 2016, quien cayó derrotada en la pelea por la gubernatura también ante Gali y el morenovallismo.
Personajes como Ana Isabel Allende, Jorge Estefan y, ahora, Néstor Camarillo, solo han terminado por entregar lo poco que quedaba del PRI, quien compitió en 2018 y 2019 solo como comparsa en los procesos de renovación de la gubernatura de Puebla.
Por eso, a nadie le debe de extrañar que hoy de lo que fue el “partidazo” solo quedan las ruinas, “estas ruinas que vez”, diría Ibargüengoitia, de lo que fue el partido hegemónico en Puebla, solo han quedado las cenizas y conste que se los adelante.
Gaby Bonilla y una nueva forma de asistencia social en Puebla
La presidenta del DIF estatal, Gaby Bonilla, esposa del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, ha puesto en marcha una nueva forma de ayudar a los que menos tienen, la cual nada tiene que ver con el asistencialismo y el clientelismo, muy común en este tipo de programas en donde se busca lucrar con la pobreza y de quienes menos tienen.
Bonilla tiene un interés real de ayudar a los necesitados y ha sido incansable desde que inició la presente administración, priorizando en su atención a la niñez, a las personas de la tercera edad y con políticas públicas encaminadas al fortalecimiento del núcleo familiar y robustecer sus lazos para evitar su desintegración.
Mujer cercana a la gente y sin falsas poses, la presidenta del DIF rendirá su informe de labores este miércoles en el Centro de Convenciones y será muy interesante escucharla, no por nada es el mejor activo que tiene dentro de su administración el gobernador Céspedes.
Pepe Tomé toma el control de la Comunicación Social de Morena
José Tomé Cabrera, quien fungía como el encargado de comunicación de la precampaña del precandidato de Morena a la gubernatura, Alejandro Armenta, ahora se hará cargo de la difusión del nuevo “partidazo”, Morena, aquí en Puebla.
Su lugar al lado del precandidato Armenta lo asumirá José Manuel Martínez, quien estaba al frente de la comunicación del Tribunal Electoral del Estado de Puebla.
Pepe Tomé coordinará todas las campañas de Morena por indicaciones del precandidato Armenta, quien busca institucionalizar y armonizar a este instituto político y echó mano de uno de sus hombres de confianza para encabezar este esfuerzo.
Enhorabuena, Pepe, sé que eres todo un profesional de los medios de comunicación.
[email protected]
Ilustración: Alejandro Medina