Sin duda, el partido oficialista enfrenta un 2024 lleno de retos, los cuales van de la mano con la vida institucional de este movimiento político de reciente creación, que aspira a consolidarse como la fuerza hegemónica en México.
En este espacio siempre lo comentamos, el gran reto de Morena era transformarse de un movimiento a un partido político, con una composición muy “sui generis”, producto del pragmatismo político del cual echó mano el presidente López para ganar en el 2018.
De 2015 a 2108, fecha en la que se le otorgó su registro como partido político y cuando ganó la Presidencia de la República, el movimiento obradorista se comenzó a llenar de personajes venidos de varios partidos políticos, principalmente del PRI, luego del PRD y también de algunos panistas acomodaticios, que querían seguir aferrados al poder.
Desde un inicio advertimos que el gran reto que enfrentaba Morena era el crecer como partido, pero también el que los priistas no se apoderaran de tan preciado instrumento de poder político para ganar elecciones.
El éxodo de integrantes del tricolor ha sido constante y se intensificó a partir de la victoria de López en el 2018 y se consolidó gracias a las traiciones de los gobernadores emanados del Revolucionario Institucional en 2021 y 2023.
Cientos de priistas han pasado no solo a engrosar las filas de este instituto político, sino también a encabezar diversas candidaturas, tanto a nivel de gubernaturas como de presidencias municipales, diputaciones locales y federales, así como senadurías.
Ya ni qué decir de las embajadas que han recibido como premio de consolación aquellos gobernadores emanados del ex partidazo que decidieron rendir sus plazas en Sinaloa, Sonora, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y, próximamente, quizá, el Estado de México, solo por mencionar algunos casos.
También algunos panistas han comenzado a llegar a las filas de Morena, como el caso del ex deportista olímpico en clavados Rommel Pacheco, quien primero se sumó a las filas de Acción Nacional y ahora se pasó a Morena y ha sido designado candidato a la Presidencia Municipal de Mérida.
Todo esto deja en claro que Morena ha ganado el poder, pero los morenistas originales han comenzado a perder su partido, fenómeno que pasó con los panistas tradicionales aquí en Puebla, que ganaron el poder, pero perdieron su partido a manos del expriista Rafael Moreno Valle, quien en 2006 abandonó las filas del tricolor para pasarse a las de Acción Nacional, ganar el Senado y luego la gubernatura de Puebla, y desplazar al grupo que ostentaba el poder, quien a su vez, desplazó a inicios de los noventas de la mano de Paco Fraile a los fundacionales.
El morenovallismo se apoderó durante ocho años del PAN en Puebla, hasta la muerte repentina de la primera gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso; los tradicionales tardaron todavía tres años más para poder recuperar su partido.
Morena y sus dirigentes máximos, López Obrador y Claudia Sheinbaum, sin duda han dado grandes muestras de su pragmatismo, han mantenido la unidad, con algunas inconformidades, hasta el momento menores, habrá que ver si en realidad caben tantas expresiones y tantos intereses encontrados en este partido político.
Puebla va a ser una gran prueba para este partido y, sobre todo, en el proceso de selección de sus candidatos a los diferentes puestos de elección popular que aún están en juego.
Omar Espinosa rescata la labor del locutor
El periodista y locutor Omar Espinosa logró que el Congreso del estado de Tlaxcala, el pasado 12 de diciembre de 2023, aprobara por unanimidad el dictamen que reconoce a la locución como una profesión esencial.
La iniciativa, impulsada por nuestro personaje, presidente en la Delegación Puebla de la Asociación Nacional de Locutores de México, y presentada por el diputado tlaxcalteca Juan Manuel Cambrón Soria, destaca el papel fundamental de locutores y locutoras en la transmisión de información, entretenimiento y cultura.
El reconocimiento, respaldado a nivel nacional por la ANLM, subraya la importancia de la capacitación para las y los profesionales de la locución y exhorta a instituciones educativas, medios de comunicación (radio, televisión y digitales), así como a instancias regulatorias, a promover programas de formación y capacitación que garanticen altos estándares de calidad en la comunicación oral.
Omar Espinosa es una persona a la cual conozco desde hace más de 25 años, desde sus tiempos de reportero de varios medios de comunicación y ahora ha dado un paso adelante dentro de la locución y la defensa y profesionalización de los amigos que hacen uso del micrófono. Enhorabuena amigo.
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Ilustración: Alejandro Medina