A la disputa por el territorio entre bandas criminales que operan en los límites de Puebla y Veracruz, se atribuyó la ejecución de una familia de cuatro integrantes en el municipio de Zoquitlán, entre ellos, dos menores de edad, afirmó el secretario de Seguridad Pública de Puebla, Daniel Iván Cruz Luna, mientras el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, sentenció que habrá castigo y persecución contra los responsables.
En conferencia de prensa, el mandatario estatal dejó en claro que no quedará impune el multihomicidio y que los responsables recibirán su castigo, al tener algunas hipótesis en las que ya trabaja la Fiscalía General del Estado (FGE).
Calificó de condenable e indignante el asesinato de dos menores de edad, quienes están entre las víctimas y, por ello, llamó a la reflexión del comportamiento personal de los ciudadanos.
“Son hechos criminales que hay que castigar y perseguir con toda la puntualidad, es increíble la saña para poder meterse con menores de edad, pero también es muy importante que reflexionemos en nuestras actividades, y que las investigaciones den mucha claridad de este tema, y será la Fiscalía la que dará la ruta exacta de qué es lo que se tiene”, indicó Céspedes Peregrina.
Por su parte, el titular de la SSP, Daniel Iván Cruz Luna, aseveró que este hecho está relacionado con la problemática delictiva que ese presenta en la zona limítrofe con Veracruz.
“Es consecuencia de una disputa por el territorio entre bandas delincuenciales que operan en la zona limítrofe con Veracruz”, sostuvo el secretario.
Resaltó que el indice delictivo en esta demarcación es menor y existe despliegue operativo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
“No es un foco rojo o punto de consideración”, reiteró, al tiempo de señalar que será la Fiscalía la que dé un pronunciamiento sobre el avance de las investigaciones del asesinato de esas cuatro personas en la localidad de Tepexilotla, a quienes además les prendieron fuego.
Familiares de las víctimas han señalado que pretendían despojarlos de sus tierras y como se opusieron, fue asesinado el matrimonio compuesto por Uriel Vázquez Sandoval y Angélica Rivera Méndez, así como sus hijos Uriel e Iker, de 9 y 6 años, todos ellos de origen náhuatl.