Cuitlatlán
Por Fermín Alejandro García
Se dice que en la cúpula nacional del Partido Movimiento Ciudadano, que preside Dante Delgado Rannauro, se ha empezado a hacer gestiones para cambiar a Fernando Morales Martínez como dirigente de esta fuerza política en Puebla. Y que son muchas las posibilidades de que avance ese proyecto.
Que se estaría buscando colocar en esa posición a Graciela Palomares Ramírez, quien ya fue diputada federal del PRI y luego dejó al tricolor para migrar al Partido Nueva Alianza (Panal), la agónica fuerza política del magisterio.
Otra posibilidad, se comenta, sería la de Roberto Ruiz Esparza, un destacado ex futbolista que inició su carrera política en el PRI, de ahí pasó a las filas del PAN –que le permitió ser diputado federal– y terminó siendo morenovallista en el languidecido Panal. Además, fue director del Instituto Poblano del Deporte.
También se dice que, quien podría estar atrás de esa gestión de cambio de dirigente del PMC, es Fernando Manzanilla Prieto, actual diputado federal del Partido Encuentro Social y exsecretario de Gobernación en el Poder Ejecutivo de Puebla.
Desde que era parte del actual gobierno estatal, se ha especulado que Manzanilla está construyendo un proyecto político personal para buscar ser candidato a gobernador en el año 2024, para lo cual estaría agrupando a distintas fuerzas políticas, entre ellas a algunas facciones del PAN, que son afines a la actual dirigente albiazul, Genoveva Huerta Villegas.
Que aún no se sabe si Fernando Manzanilla buscará seguir haciendo política dentro de la 4T o en contra del movimiento lopezobradorista.
Lo cierto, dicen los enterados, es que estaría buscando armar su propio capital político uniendo a grupos de diferentes orígenes partidistas, como una manera de crear un contrapeso al gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Ese proyecto algunos lo ven como una muestra de audacia de Manzanilla y otros, como una abierta actitud de deslealtad política hacia la 4T y Luis Miguel Barbosa.
Y que su primer intento de armar ese esquema de competencia electoral –se comenta– lo probaría en los comicios intermedios del próximo año.
Luego de que no pudo el año pasado conseguir el control del Comité Municipal del PAN en la capital, a través de la figura de Eduardo Alcántara Montiel y de Genoveva Huerta, se dice que Manzanilla Prieto estaría buscando cambiar de rumbo para utilizar al PMC como un partido base para construir su fuerza político–electoral.
¿Por qué fijarse en el PMC? La respuesta es muy sencilla, es un partido que en Puebla se ha utilizado como una franquicia al mejor postor.
En 2010 el PMC hizo alianza con Rafael Moreno Valle Rosas para que ganara la gubernatura de Puebla.
Posteriormente, teniendo como líder en el estado a José Juan Espinosa Torres, el PMC se alejó y confrontó con Moreno Valle, ya siendo éste gobernador.
Cuando Espinosa Torres era alcalde de San Pedro Cholula, Moreno Valle convenció a Dante Delgado volver al redil morenovallista y el fundador, dirigente y dueño del PMC aceptó.
No le importó a Dante Delgado romper y abandonar a su cuadro político más destacado que ha tenido en el estado: a José Juan Espinosa Torres.
El partido en esa época tenía como dirigente a José Ángel Pérez García, quien venía del PRI y siendo un experto en movilización electoral, buscó darle un fuerte impulso a esta agrupación. Sin embargo, de un día para otro, sin ninguna justificación, fue removido por Dante Delgado, sin importar los buenos resultado que había dejado en el PMC.
Fue entonces cuando llegó a la dirigencia el expriista Fernando Morales Martínez, hijo del exgobernador Melquiades Morales Flores. Ese cambio obedeció a un solo factor: Moreno Valle era el nuevo dueño de la franquicia del PMC y decidió poner al frente a un incondicional.
Ahora que está muerto el morenovallismo, Fernando Morales se ha convertido en una figura decorativa en el PMC.
No sería raro que vuelven a negociar la franquicia del PMC y Fernando Morales se vaya tal como él llegó.