La muerte de la Reina Isabel II fue descrita como “muy pacífica” y “sin dolor”, según un memorando redactado por Sir Edward Young, el secretario privado de la monarca. La información proviene de un fragmento de la biografía sobre el rey Carlos III, escrito por Robert Hardman, periodista especializado en la realeza del Daily Mail. Según revela el documento, la reina “se deslizó en el sueño eterno de manera serena”, sugiriendo que no fue consciente de su fallecimiento y no experimentó dolor.
Este documento, que se considera parte de los Archivos Reales, afirma que los momentos finales de la reina transcurrieron mientras dormía. El texto completo del memorando señala: “Muy pacífico. En su sueño. Se deslizó. Vejez. Ella no habría sido consciente de nada. Sin dolor”.
Estas palabras presentan una imagen conmovedora de los últimos instantes de una de las figuras más emblemáticas del siglo XX y parte del XXI.
El texto también revela que junto al lecho de muerte de Isabel II se encontró una caja roja cerrada que contenía dos cartas selladas, una dirigida a quien entonces era el Príncipe Carlos y otra a Sir Edward Young. Este conjunto de documentos también incluía la elección de la difunta soberana sobre las personalidades que ella deseaba que fueran condecoradas con la Orden del Mérito por su servicio “excepcionalmente meritorio” a lo largo del Commonwealth.
Según se describe en la biografía, el rey Carlos III y la Reina Camila pasaron una hora con Isabel II antes de su deceso. También se menciona que la princesa Ana, un ministro de una iglesia cercana y la vestidora principal de la difunta reina se turnaron a su lado durante sus momentos finales.
Durante las últimas horas, Carlos III se comunicó con sus hijos, instándolos a viajar a Escocia lo más pronto posible para despedirse.
La obra también detalla el intento del rey por comunicarse personalmente con su hijo menor, el Príncipe Harry, pero debido a que este ya se encontraba en vuelo hacia Escocia, el contacto no fue posible. Harrys e enteró del fallecimiento de su abuela una vez atterizado su avión.