El Primer Ministro de Portugal, António Costa, ha anunciado su renuncia debido a una investigación en curso que lo acusa de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en asuntos relacionados con el litio y el hidrógeno. Aunque Costa niega categóricamente las acusaciones en su contra, considera que su cargo no es compatible con ninguna sospecha de actividad criminal.
En su discurso televisado, Costa expresó su disposición a colaborar con la justicia pero subrayó que su renuncia se basa en mantener la dignidad del cargo de Primer Ministro. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ahora tomará decisiones sobre los próximos pasos a seguir, incluyendo la posibilidad de disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones.
Foto / X: @antoniocostapm
La investigación del Ministerio Público se centra en presuntos crímenes relacionados con concesiones de explotación de litio en minas del norte de Portugal, así como proyectos de producción de energía a partir de hidrógeno y un centro de datos en Sines. Se han emitido órdenes de detención para varios individuos, incluyendo el jefe de gabinete del Primer Ministro, el alcalde de Sines y otros.
Foto / X: @antoniocostapm
El impacto de la renuncia de Costa ha generado discusiones y debates entre la población portuguesa, ya que la figura del Primer Ministro es crucial en la política del país. La situación también plantea interrogantes sobre las futuras elecciones y si Costa considerará postularse como candidato en caso de que se celebren elecciones anticipadas.
La decisión de Costa de dimitir en medio de estas acusaciones subraya la importancia de la integridad y la responsabilidad en la política y destaca cómo los líderes deben enfrentar las consecuencias de las investigaciones en curso.
