Duro y a la cabeza le están dando de guamazos al PAN, PRI y PRD por la confirmación de la alianza poblana que en el 2021 irá a la pesca de diputaciones y alcaldías.
Y hasta los que deberían encontrar en la mesura sus mejores galones de expresión, por ser autoridad constitucional, echan mano del insulto para denigrarla.
Terriblemente resulta que les citen de prostitutos, pestilentes y adjetivos vacíos de clase, incluso, no falta quién sortea barreras pudorosas sólo para encontrar vulgaridades de mayor sofisticación.
Nivelar los contrapesos tanto en el Congreso local como en los ayuntamientos parece no ser del agrado de todo mundo, como si no hiciera falta una representatividad de mejores equilibrios políticos en lo legislativo y en las administraciones municipales.
Pero no todas las alianzas geográficas importan lo mismo a los simpatizantes del régimen dominante, la de Puebla capital focaliza en ellos la rudeza más intensa y la animadversión peor concebida.
Si en verdad se interesaran por las alianzas de Piaxtla y Honey, o las de otros municipios de menor rango, ya habría testimonios de críticas igual de virulentas que las de Puebla, lo que no ocurrirá por asuntos de interés, y no precisamente analítico.
En lo personal soy partidario de la separación de poderes y del equilibrio de fuerzas en los parlamentos y cabildos, porque eso oxigena la democracia y evita tiranías, prepotencias y arbitrariedades, incluso corrupción.
La alianza poblana de esos tres partidos políticos arroja debilidades en el liderazgo priista de Néstor Camarillo, pues a diferencia de Genoveva Huerta evita criticar al actual gobierno, sus resultados y a los personajes top de puestos clave.
Sospechosamente Camarillo se maneja con una narrativa dócil. Por eso mismo, se le ha adjudicado la sospecha de tener vínculos ocultos con el poder para llevar candidatos afines a esta administración, principalmente al Congreso del Estado, Lastiri y Salomón Céspedes, son ejemplo.
Puebla es un estado sin separación de poderes reales, dos de ellos dependen de uno, por eso mismo, urge un Congreso en verdad independiente pese al riesgo que significa tener a Néstor Camarillo dentro de la alianza.
Pareciera consigna el golpeteo dirigido a la alianza PAN, PRI y PRD. Pareciera.