Una nueva etapa del PAN Puebla iniciará este lunes con el arribo de Mario Riestra Piña a la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) por los tres siguientes años.
Los retos que la nueva dirigencia estatal panista tiene por delante podrían resumirse en tres puntos.
1. Sumar a todos los grupos y liderazgos locales y regionales del partido en torno a un nuevo proyecto que amplíe la presencia y estructura del PAN en tres cuartas partes de los municipios del estado.
2. Hacer del PAN Puebla un verdadero partido de oposición en el discurso y los hechos, lo que no ocurre desde 2010, cuando por vez primera en la historia política del estado el blanquiazul se hizo de la gubernatura de la entidad con Rafael Moreno Valle.
3. Construir, de la mano de los ciudadanos inconformes con Morena y lo que se denomina la Cuarta Transformación, una alternativa política y electoral competitiva que comience a dar resultados en las elecciones de 2027.
El primer punto es básico. Si el PAN aspira a ganar las principales presidencias municipales y la mayoría de los 26 distritos en que se divide el territorio poblano, lo primero que necesita son militantes que hagan estructuras (comités) que le den presencia, cuadros y representantes para cuidar casillas.
Un partido que aspire a ser competitivo en las elecciones no puede tener 113 comités y delegaciones municipales para un estado como Puebla conformado por 217 municipios, ni un listado de 21 mil 784 militantes, cuando el padrón de votantes del estado ronda los 5 millones.
De aquí a 2027 la nueva dirigencia estatal panista debería aspirar a triplicar su registro de miembros activos e integrar al menos 163 comités en aquellos municipios donde se concentre el 85 por ciento de la población del territorio poblano.
Para que el PAN Puebla pueda asumirse como un auténtico partido de oposición necesita, primero, construir una agenda de temas y puntos que lo diferencien de Morena y otros partidos; y construir un discurso y una narrativa que explique y convenza —primero a los suyos y luego a los ciudadanos— de cómo y cuándo la harán efectiva.
También necesita construir liderazgos dentro del partido y dentro de sus estructuras en el Congreso de la Unión, el Congreso del estado y los cabildos municipales.
Si el PAN pretende erigirse en una oposición dura, crítica y propositiva, sus dirigentes estatales, diputados federales y locales, y presidentes municipales y regidores deben asumir un comportamiento de independencia y autonomía.
Deben dejar de callar como momias, fijar posturas, usar la tribuna pública, los medios de comunicación y las redes sociales; renunciar al voto en abstención para no incomodar al gobernador Alejandro Armenta, al alcalde Pepe Chedraui y a otras autoridades morenistas; y enarbolar un discurso claro, directo y persuasivo en el argumenten sus desacuerdos y críticas.
La condescendencia y cobardía que los panistas de Puebla han mostrado hacia las políticas, acciones y propuestas de la 4T los tienen en la lona política y electoral.
Paralelamente, el nuevo CDE debería construir de la mano de organizaciones, sociedad civil, academia, universidades y colegios profesionales una plataforma de acciones y proyectos urgentes y necesarios para Puebla, a la que se comprometan sus dirigentes, autoridades y candidatos.
Esta propuestas bien podría convertirse en su plataforma electoral para 2027 y para 2030.
***
Este lunes, como se lo anticipé, se llevará a cabo el proceso de entrega-recepción de las oficinas, estados financieros, cuentas bancarias, chequeras, y el inventario de bienes materiales y vehículos, así como los equipos de telecomunicación y cómputo del Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN.
Por parte de la dirigencia estatal entrante, encabezada por Mario Riestra Piña, recibirá la excontralora del Ayuntamiento de Puebla, Alejandra Escandón Torres, y por parte del Comité Directivo Estatal saliente entregará Óscar Pérez Córdoba Amador, quien venía desempeñándose como director jurídico y representante del PAN Puebla ante el Consejo General del Instituto Electoral del Estado (IEE).
Sobre la cantidad de recursos financieros que el CDE saliente de Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro Martínez dejará a los nuevos dirigentes panistas hay versiones encontradas.
Inicialmente se dijo que a la nueva dirigencia se le dejarían 5 mil pesos en caja, que es la misma cantidad que Genoveva Huerta Villegas dejó al Comité de Augusta en diciembre de 2021, pero el secretario general saliente, Marcos Castro, me aclaró que el nuevo Comité en realidad recibirá 1 millón 800 mil pesos.
***
Correos electrónicos: periodistasoy@hotmail.com y [email protected]
