Dado que los dos principales precandidatos a la gubernatura de Puebla –Alejandro Armenta Mier y Eduardo Rivera Pérez– han expresado en diferentes momentos su disposición de debatir y confrontar ante la opinión pública sus proyectos y propuestas, sería conveniente que los consejeros del Instituto Electoral del Estado (IEE) se pusieran las pilas y les tomaran la palabra.
Si el Instituto Nacional Electoral (INE) ya acordó que los precandidatos presidenciales participen en al menos tres debates, programados para los domingos 7 y 28 de abril, y 19 de mayo, no veo por qué en Puebla los consejeros estatales solo quieran realizar uno en el mes de mayo.
Una cosa es que la legislación local establezca que los candidatos a la gubernatura deben sostener al menos un debate organizado por el IEE, y otra que no quieran o puedan llevar a cabo más.
Sobre todo, insisto, cuando los dos principales precandidatos a la gubernatura de las coaliciones Sigamos Haciendo Historia –integrada por Morena, el PT, el PVEM y los partidos estatales Nueva Alianza y Fuerza por México– y Mejor Rumbo para Puebla –compuesta por el PAN, el PRI, el PRD y el partido estatal Pacto Social de Integración– han manifestado públicamente su interés no solo de confrontar sus ideas, sino de decirse de frente y ante los medios de comunicación unas cuantas verdades.
Lo ideal sería que este tipo de ejercicios democráticos fueran la constante en la campaña, en lugar de los tediosos, fatuos y repetitivos spots de radio y televisión que hoy saturan el espectro radioeléctrico, las aplicaciones de mensajería instantánea y las redes sociales.
Otra cuestión que sería altamente recomendable para incentivar la participación ciudadana en los comicios del 2 de junio es que los debates se apartaran de los modelos rígidos y acartonados a que nos tienen acostumbrados las autoridades electorales.
Lo ideal sería que los formatos fueran ágiles y con moderadores imparciales y con experiencia de los medios de comunicación, en el ánimo de que estos ejercicios alentaran la confrontación de ideas y el contraste de propuestas y proyectos en un ambiente de tolerancia, civilidad y respeto.
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Este miércoles llegaron a su fin, gracias a Dios, las precampañas de los candidatos a la gubernatura de Puebla.
El favorito sigue siendo el morenista Alejandro Armenta Mier, según todas las encuestas, sin embargo, no hay que dar por derrotado al panista Eduardo Rivera Pérez, quien se ha visto más arropado que aquel por su candidata presidencial Xóchitl Gálvez y por los dirigentes de los partidos nacionales que respaldan su candidatura.
Armenta, quien aventaja a su más cercano contendiente por más de diez puntos, cerró su precampaña en la Ciudad Modelo de San José Chiapa, sin que a su mitin acudieran los dirigentes nacionales de Morena, el PT y el PVEM.
En cambio, el panista Eduardo Rivera lo hizo en la junta auxiliar La Libertad con el apoyo de Xóchitl Gálvez y el presidente del CEN del PAN, Marko Cortés.
Donde el precandidato de la coalición Mejor Rumbo para Puebla se ha visto mejor que su contrincante de Sigamos Haciendo Historia es en las redes sociales. Un ejemplo es Tik Tok, donde Rivera obtuvo más de 15 mil interacciones y más de 480 mil reproducciones, cifras que superan a las del morenista.
En la precampaña, Armenta se ha visto menos cercano a la gente y más proclive a dejar constancia, como si fuera necesario hacerlo, de su lealtad al presidente López Obrador, a la candidata presidencial de la cuarta transformación, Claudia Sheinbaum, y a los dirigentes y grupos de Morena que hoy lo arropan como su candidato a la gubernatura, lo que a veces resulta aburrido o poco atractivo.
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