Álvaro N, quien habría matado a su pareja, y después la destazó para poder desaparecer el cuerpo, fue sorprendido por Policías Municipales, cuando pretendía enterrar en una barranca una bolsa negra que contenía parte de los restos de Montserrat.
Cuando los uniformados llegaron escucharon ruidos entre las milpas y el ladrido de algunos perros, se movilizaron hacia el lugar de donde provenían los ruidos y fue justo cuando, el presunto feminicida, removía la tierra y tenía los restos humanos en una bolsa listos para enterrar.
En la casa dónde el hombre vivía con Montserrat desde hace un año aproximadamente, fueron encontradas algunas partes de un cuerpo y también partes de un cráneo humano, del cual no se tienen los estudios de genética para determinar a quién pertenecen.
Margarita Garcidueñas Cuellar, Fiscal Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres, en rueda de prensa señaló que, Álvaro N. fue imputado y vinculado a proceso por infracciones a leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones, por lo que quedó en prisión justificada.
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Sin pruebas que confirmen que hubo canibalismo
El Fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, señaló en su rueda de prensa semanal, que no existen elementos probatorios que confirmen que Álvaro N. habría comido parte del cerebro de la víctima.
El fiscal no quiso confirmar si se realizó el acto de canibalismo, señaló que los policías municipales, quienes fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos, no asentaron el acta de ese hecho.
Higuera acotó que “si estaba comiendo parte del cuerpo o de esos restos humanos, no tenemos nosotros en nuestra carpeta de investigación un asentamiento de parte de los primeros respondientes, ni datos fehacientes de que así haya ocurrido”.
El fiscal apuntó que este “es un caso al cual aún resta esclarecer lo relativo a feminicidio por qué se trata de los restos del cuerpo de una persona”, terminó señalando que está a la espera de las pruebas genéticas espera tener en un corto plazo para saber si pertenecen a la víctima.
