La crisis económica por Covid-19 está generando estragos en las finanzas del diputado José Juan Espinosa Torres que hasta tuvo que recular y pedir al Congreso de Puebla la entrega de una tableta electrónica o lap top.
Dentro de su delirio de persecución se ha dedicado a acusar un presunto bloqueo durante las sesiones virtuales del Poder Legislativo para no reconocer su mala conexión a internet en su casa y teléfono celular.
El famosísimo “JJ” se aventó la puntada de señalar que su equipo de cómputo era obsoleto y necesitaba una nuevo por lo que pidió al área técnica le fuera asignado uno o la tableta electrónica.
Resulta incongruente que Espinosa Torres pida una lap top o tableta cuando percibe un salario superior a los 55 mil pesos mensuales y recibe de manera adicional recursos para sus labores de gestión.
Además que al inicio de la LX Legislatura calificó como un exceso la asignación de un presupuesto para la compra de equipo de cómputo argumentando que debía aplicarse una política de austeridad.
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Los empresarios poblanos reaccionaron muy tarde para criticar o evitar que se frenara el regreso de los sectores automotriz y de la construcción. Incluso, su actuación se vio endeble a la hora de exponer cuánto afecta que estas actividades sigan en pausa.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), que fueron los organismos que se quejaron del decreto –antes de que se emitiera-, no hicieron propuestas específicas para que fuese posible el regreso del sector automotriz, como negociar con los hoteleros –que están sin empleo- el hospedaje temporal de los colaboradores por algunas semanas, para reducir riesgos de contagio de sus familias.
Las empresas más representativas del estado (Volkswagen y Audi) ya habían dicho que solo una tercera parte del personal iba a regresar, apegándose a medidas sanitarias de talla internacional. Así que a los empresarios les falló presionar con datos duros de cómo estarán siendo afectados los puestos de trabajos no ahora, sino en los próximos meses.
La autoridad dijo que no negociaría el regreso de las industrias, pero lo que se les olvida a los empresarios es que los políticos, no importa el partido, se caracterizan por tener una capacidad negociadora.
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Organizadores de fiestas patronales están dispuestos a pagar las sanciones que sean necesarias con tal de realizar sus fiestas patronales, pues aseguran que los Santos merecen su celebración pese a la pandemia del Covid-19.
Ante la suspensión de celebraciones religiosas así como misas y fiestas patronales, algunos pobladores de municipios próximos a celebrar sus fiestas están dispuestos a pagar las sanciones correspondientes.
Aseguran que a decir de las autoridades son hasta 600 mil pesos los que tendrían que pagar si realizan alguno festejo, sin embargo, están dispuestos a pagarlo para que su santo patrono no se quede sin celebración.
Cabe hacer mención que en algunos pueblos la gente ya no está cooperando por temor a la cancelación del festejo, no obstante, los comités organizadores están dispuestos a solventar dichos gastos.
