Por la falta de donadores, cada año en la entidad muere el 6 por ciento de los pacientes en lista de espera por un órgano en hospitales públicos, informó el delegado del ISSSTE, en Puebla, José Álvaro Parra Salazar, quien agregó que la mayoría de los casos se debe a insuficiencia renal o problemas cardiacos.
Durante un acercamiento con medios de comunicación, el funcionario del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), apuntó que según el Centro Nacional de Trasplantes (CNT) por lo menos 30 pacientes mueren a la espera de una donación, pues de 2007 a la fecha el número de donadores ha disminuido en por lo menos 50 por ciento al pasar de 28 a 16, en 2012.
“Las donaciones de órganos, en Puebla, cada vez más han ido disminuyendo, no tenemos una cultura suficiente para las necesidades de trasplantes (…) Desafortunadamente, se han implementado muchas medidas para fomentar la donación, pero las leyes dicen que sólo los familiares de primer orden pueden autorizar una, aunque el paciente con muerte cerebral en vida haya expresado su voluntad para ser donador”, sostuvo el delegado.
Parra Salazar, enunció que los enfermos que están esperando un donador cadavérico son los que más padecen, porque los de uno vivo, generalmente, tienen algún familiar o conocido que está dispuesto a ello, culminando el proceso en unos seis meses.
Los males que frecuentemente padecen los donadores, son la insuficiencia renal, los padecimientos cardiacos y los problemas del hígado, sobre todo, en personas mayores de 40 años, aunque hay reportes que el 20 por ciento de los pacientes que necesitan trasplantes son menores de 18 años.
Aunque en trasplantes Puebla sea el tercer lugar a nivel nacional, en el ISSSTEP sólo se pueden efectuar de riñones y córneas, mientras que de corazón, hígado y otros órganos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) acapara casi el 98 por ciento de los casos. Al día de hoy 50 personas afiliadas al ISSSTEP aguardan donadores cadavéricos para seguir con sus tratamientos y sobrellevar sus enfermedades.
Por otra parte, Álvaro Parra, negó que en el instituto pudiera haber casos de tráfico de órganos, toda vez que no es una sola persona la que decide quiénes son los receptores, además que todos los pacientes que necesiten donaciones tienen que ser dados de alta en el CNT para recibirlos.
“Desde 2007 se impusieron varios parámetros para las donaciones; hay candaditos, dentro de una institución está el Comité Interno de Trasplantes, que está integrado por el director, el subdirector o director médico, el director o subdirector del comité del órgano (corazón, hígado, riñón, etc.), el trasplantólogo, nefrólogo y el coordinador de donación, todo el equipo es quien decide”, explicó el funcionario federal.