Una paciente mía me refería el otro día que su hermana era sumamente carismática y aunque ella (mi paciente) tenía una carrera, le comentaban los demás que era más agraciada que su hermana (cosa que es cierta desde mi muy humilde punto de vista), y se decía más “inteligente”, su hermana era quien acaparaba la atención, el entusiasmo y hasta el cariño de los demás y no ella. Y yo le hacia la siguiente pregunta, ¿en qué crees que consiste su carisma?, y la hermana o sea mi paciente, respondió con un gesto compungido, y meditabundo que no lo sabía, y entonces yo le dije, tu hermana hace que yo siempre tenga una sonrisa, a veces cuando viene aquí, y charlamos una o dos palabras, hace que yo me sienta “feliz”, como que me contagia su buen humor y entusiasmo, entonces mi paciente respondió, si, ella también hace otra cosa, ¿qué? le pregunte yo, y me dijo, pues ella tiene una capacidad impresionante para ser creativa, y rápidamente se acopla a las circunstancias, es optimista y siempre le trata de sacar un buen provecho a todas las cosas… ¿sabes? Me dijo: Una vez tuvo un novio que la hizo padecer, y ella pudo tomar la decisión de que ese hombre no era para ella y lo supero y no es que no lo quisiera, sino que entendió muy fácil que para ninguno de los dos eso era lo mejor y ella pudo continuar, hasta ahora, que se va a casar con un súper muchacho que la ama mucho.
Cuando mi paciente se fue, corrí rápidamente a buscar una definición de “carisma” que me dilucidara las cosas de las que habíamos charlado y encontré una que quiero compartir con ustedes:
CARISMA: El carisma (de la palabra griega χάρισμα /jarisma/, de χαρίζεσθαι, agradar, hacer favores) es la capacidad de ciertas personas de motivar y suscitar la admiración de sus seguidores gracias a una cualidad de “magnetismo personal”. Y eso justo lo que mi paciente refería de su hermana, las personas carismáticas, motivan, hacen vibrar, tienen el buen tino de ser luminosas, aun en las peores circunstancias, pero además no queremos separarnos de ellas, nos atraen como “moscas a la miel”, y es que los seres humanos fácilmente nos contagiamos de las emociones de los demás, si vemos a alguien llorando de inmediato le pedimos que deje de hacerlo, pero no sabemos que es para “que deje de sufrir”, sino porque nos contacta con nuestra propia tristeza, entonces una persona carismática, insisto, nos atrapa como seduciendo nuestro intelecto, como acariciando nuestra alma y no quisiéramos separarnos de ella, porque tienen la maravillosa capacidad de convidarnos de su alegría.
Una vez en un realty show, de esos a donde meten a un montón de gente a una casa y no los dejan salir y uno los observa como si fueran “animalitos de laboratorio”, y donde todos son “hermanos”, una mujer se golpeó la pierna con algún objeto, entonces entró a la tan famosa sala y empezó con una retahíla de reclamos hacia la casa, el objeto con que se había golpeado, hacia la vida, hacia sus compañeros, claro acompañada de los tres supremos elementos de un berrinche, llorar, suplicar e insistir, y en CUATRO, si en CUATRO segundos, todas las personas que estaban ahí se marcharon, acto seguido la mujer se quedo sola, con su dolor, su berrinche y el desprecio de sus compañeros, y eso es justo el secreto, creo que nunca he visto a nadie a quien yo considere carismático haciendo tales escenas, tampoco se trata de un falso sacrificio y que vean que no se sufre, claro que no; a mi parece que es una cuestión de “actitud” una actitud positiva hacia la vida hace siempre la diferencia entre una vida llena de amigos, de amor de todas clases y buenas vibras, contra una negativa donde las personas traen una nube gris, un eterno reclamo por esto y por aquello y una tolerancia cero a todo, lo que también origina soledad, desencanto y por supuesto un circulo vicioso donde: más se queja de todo, más se alejan de ella, más se alejan de ella, más se queja de todo…
La invitación es: si bien el “carisma” se considera como un regalo ya que también hay de varios tipos y a lo mejor no nos convertimos en ese líder maravilloso que maneje masas, si podemos adornar nuestra alma con una disposición y un comportamiento positivo, eso siempre es una elección, es sólo un asunto de decisión en el sentido de que puedo renovar mi “guardarropa emocional” cuando lo disponga, puedo tirar mis malos humores y colocarme un colorido traje de optimismo, puedo abandonar ese viejo abrigo de rencor y colocar sobre mis hombros una magnifica chalina tejida con esperanza, alegría y aceptación de la vida, es un guardarropa primavera verano magnifico, gratuito, y que me sentará de maravilla para la próxima temporada, donde lo de moda sea mi carisma que puede acariciar primero mi alma y luego la de los demás.