¿Amar incondicionalmente?, ¿me estás diciendo que tengo que amar incondicionalmente?, los ojos de mi amiga salieron de sus orbitas, parecería que le estaba diciendo algo “aterrador”, me dijo: tú siempre me has dicho que ponga mis límites, como te atreves a decir que ahora ame incondicionalmente a mi familia, entonces comprendí que a veces no sabemos traducir este bellísimo requerimiento que por cierto acuñó Carl Rogers, cuando hablaba de la relación terapéutica que sana, la “aceptación incondicional” de una persona no es dejarla hacer lo que quiera con nosotros, no hay que confundir las dos cosas, el primer amor incondicional es para nosotros mismos y se refiere a una aceptación de las limitaciones, imperfecciones, y por qué no decirlo aún lo “antiestético” de nosotros mismos, ¿qué difícil no?, si me comparo con todo lo que la parafernalia de la moda, de las comunicaciones y del mercado consumista, casi siempre voy a salir perdiendo, entonces mi autoestima se viene abajo y mis deseos de superación empiezan a estar aterrados por el fracaso de no poseer la cara o cuerpo perfectos y que dicta el último grito de la moda, la aceptación incondicional, está íntimamente ligado a aquello que no va a cambiar nunca en nosotros, y tampoco me estoy contradiciendo, ya que también le he dicho siempre a mi amiga que las personas cambian cuando ellas lo desean, a lo que me refiero es a que el color de mis ojos no va a cambiar nunca, (a menos que me someta a la moderna operación de ojos y que me puede dejar ciega o me ponga unos pupilentes que se “notan” a leguas y que sólo es una ilusión para quien los usa) pero si puedo cambiar mi mirada, creo que este es el mejor ejemplo de este amor incondicional para con nosotros mismos, mis ojos son de un color, querer cambiarlos y con todo el respeto para quien lo hace es no aceptarse incondicionalmente, cambiar mi mirada es mi decisión, hay cosas en nosotros que no van a cambiar nunca hay otras miles que siempre son mi elección, y una cosa es amar incondicionalmente y otra muy diferente no poner límites de respeto entre las personas, entonces le dije a mi amiga, si ya sabes (SIEMPRE LO SUPO) que a tu marido le encantaba el futbol, déjalo verlo en paz, no le hables en ese momento y le pidas que te “haga el amor”, y lo pongas entre la espada y la pared, y me llames por teléfono para decirme que ya no te ama, por Dios, claro que si ve el futbol 24 horas al día los 7 días de la semana ¿tendrías qué poner un límite?, le pregunté, ella me contesto él no hace eso, ¿entonces?, es cómo cuando quieres que tu hijo Juan sea abogado, (ella tiene un hijo que se llama Juan) sabes él siempre me ha dicho que quiere ser FUTBOLISTA, ¿entonces ella me dijo ya ves lo que hizo su padre?, y yo le respondí, ¿estás segura de eso?, o la verdad es que no escuchas a tu hijo cuando te dice las cosas y te has sentado a hablar CON ÉL, no de él como muchas veces lo he dicho, y te das cuenta que quieres que él estudie lo que tú no pudiste, lamento decírtelo pero esa es la verdad, tu hijo no nació para cumplir tus expectativas, tú le re-ga-las-te la vida para que haga de ella lo mejor que pueda, no esperes que cumpla tus sueños frustrados, también ellos te deberían amar incondicionalmente cuando tu sales de “compras” horas y horas con tus amigas, (entre ellas yo), y también te lo toleran y lo digo en el mejor de los términos, no porque no les quede de otra, sino porque ya saben que tú eres así, y que eso es tu esparcimiento, por ejemplo.
El amor y la aceptación incondicional es saber con quién estoy y si YO ASÍ LO ACEPTÉ, entonces (aun quedarse con los hijos también es un acto de aceptación) amo lo que son, su esencia, sin juicios aterradores, ni inquisiciones absurdas, no lo lastimo con comentarios de desapruebo, y tengo la maravillosa capacidad para sorprenderme de ver como una persona se va mostrando hacia la vida, eso es muy distinto a no “domesticar a tu familia” tú enseñas valores y vas siendo un espejo de lo que es permitido y no; pero la esencia de tus familiares es la que es, yo enseño a mi hijo responsabilidad, pero le permito que se dedique a lo que desea, si él ya es responsable jamás elegirá ser un hombre malo, si yo me enamoro de un hombre o mujer, también sé que va con una carga de “defectos humanos”, como los que yo también tengo, entonces por qué pasado un tiempo empiezo a querer que eso que antes toleré, me hizo hasta gracia, y hasta fingí (mi amiga siempre iba al futbol con su esposo cuando ellos eran novios) ahora lo utilizo como una venganza, como un arma y todo el tiempo lo reprocho, desapruebo o lo cobro, entonces le pregunté a mi amiga, ¿qué era lo peor de mí?, cuando ella me respondió que era lo peor de mi para ella, le dije entonces ¿por qué sigo siendo tu amiga?, y ella me dijo porque te quiero mucho, y ese defecto no es nada cuando pasamos momentos espectaculares, y yo le respondí entonces no hay otra manera de amar, realmente amar, que la manera incondicional.