Sin que el Eliseo Baulio Zayas Jaen, presidente municipal de Acatzingo, diera la cara, Gilberto Coca Lara, secretario General del ayuntamiento y Gabriel Díaz Carranza, director de la Policía Municipal, trataron de justificar el homicidio de Natanael César Maceda Torres, a quien le destrozaron el cráneo de un balazo, y en donde se señala como presuntos responsables a escoltas del edil, así como a policías del lugar.
También se sabe, de acuerdo a la versión de los propios pobladores, que ayer por la mañana, el edil y su familia salieron de su casa, abordaron una camioneta y desaparecieron, sin que hasta el momento se sepa su paradero.
El director de la Policía Municipal de Acatzingo, señaló que los uniformados respondieron a un llamado de auxilio, realizado por vecinos del lugar, denunciando que varios individuos en estado de ebriedad escandalizaban en calles del zócalo, situación por la acudió la fuerza pública.
Al ver a los uniformados, los ebrios se dispersaron y detuvieron únicamente a Natanael César Maceda. Al enterarse de esto, sus familiares llegaron al lugar para evitar que César Maceda fuera remitido, pero aún así no dijo por qué no se llevó al asegurado ante el juez calificador.
Aseguró que se le iba a remitir ante el Ministerio Público, pero no explicó por qué se le trasladó a los separos de la corporación, pese a que el ahora occiso sólo había cometido una falta administrativa.
Las contradicciones estuvieron a la orden, pues, de acuerdo a lo declarado por el mismo funcionario y el secretario General del ayuntamiento, otro funcionario (el regidor de Obra Pública) trató de mediar el problema al escuchar el alboroto, pero fue agredido por los pobladores. Lo raro es que no pudieron justificar la presencia del regidor en el Palacio Municipal a esas horas de la madrugada.
Lo que a los pobladores indigna más, es que los funcionarios municipales niegan que la bala que cegó la existencia del joven, César Maceda, haya provenido del arma de alguno de sus policías y, en caso de que así fuera, sería de las que pobladores robaron cuando fueron a lanzar piedras a la casa del edil, justificaron.
Pero no todo fueron contradicciones, pues en un boletín oficial emitido por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), se informó que, con base en los resultados de pruebas de Rodizonato y balística forense, se determinó que ninguna de las armas de cargo de los diez policías municipales que comparecieron ante el Ministerio Público, coincide con la que fue privado de la vida el ahora occiso, de 31 años de edad.
La representación social hizo una inspección ocular en el sitio de los hechos, en la que se advirtieron varios testigos de lo ocurrido, quienes al rendir su declaración ministerial, coincidieron en señalar como responsable del homicidio a un elemento de la Policía Municipal de Acatzingo, identificado como José Rosendo Luis de Lima, quien huyó del lugar de los acontecimientos.
Dentro de las diversas diligencias radicadas en la Averiguación Previa 318/2012/Tepeaca, el Ministerio Público aseguró también las armas de cargo de los policías municipales, cartuchos, documentos y vehículos oficiales, todo esto a fin de contar con diferentes elementos de prueba para la integración del expediente.