Los 200 mil pesos mensuales que, entre sueldo y apoyo legislativo, se embolsa la diputada Xel Arianna son insuficientes para que la legisladora por el Partido del Trabajo asista, al menos, a las Sesiones Ordinarias del Congreso de Puebla.
Por mucho, Xel Arianna Hernández es la diputada con más faltas al Pleno.
De acuerdo con la página del Congreso local, la legisladora ha asistido tan solo a 39 de las 52 Sesiones Ordinarias en lo que va de la LXII Legislatura.
En total, seis veces decidió ni ir a la Sesión y otras siete llegó tarde.
La verdad es que sí me sorprendí cuando el equipo de Ambas Manos revisó la asistencia de los legisladores locales. La gran mayoría son muy cumplidos, nadie está siquiera cerca de disputarle a Xel Arianna el primer lugar de irresponsabilidad.
En total, el Congreso ha celebrado 52 sesiones y la mayoría en promedio tiene dos faltas.
Es más, la diputada por el Verde Beatriz Manrique, con todo y su enfermedad que ella misma ha dado a conocer, ha faltado solo cuatro veces.
No sé los demás, pero a mí me daría pena.
El caso es que Xel Arianna les dice a todos, y me consta, que ya le toca ser diputada federal.
Desde aquí le digo que ¿para qué? Si no va a las sesiones que son en Puebla, ¡imagínense si iría a las de Ciudad de México!
Más preocupante es, en mi caso, que la diputada más faltista sea también la que preside la Comisión de Igualdad de Género, sobre todo porque, me consta también, le falta bastante sobre sororidad y la no violencia contra otras mujeres.
Pero bueno, así son muchos de los políticos, y por diputadas como ella es que los legisladores cargan la mala fama de cobrar y no trabajar.
El reconocimiento es para los diputados y diputadas que no han faltado una sola vez al Pleno como: Miguel Trijillo, Elías Lozada, Roberto Zataráin, Rosalío Zannata, Rafael Micalco y Delfina Pozos. También, aunque se incorporaron después, Gabriela Chumacero y Elisa Limón.
También para los que tienen una sola falta y siempre están puntuales en la Sesión como: Andrés Villegas, Jaime Aurioles, Mauricio Céspedes, Julio Huerta, Celia Bonaga y María Soledad Amieva.
A ver, es su trabajo, para eso cobran una dieta mensual, estuvieron en las calles pidiendo el voto.
Este recuento de qué hacen los diputados por los que votamos es de lo más importante, porque así, si llegan a aparecer en la boleta en el 2027 podemos tomar una decisión informada.
Esperen el recuento de Ambas Manos sobre productividad legislativa, para cerrar el 2025.

