El gobernador Alejandro Armenta es un experimentado político que ha visto de todo a lo largo de su carrera, la cual comenzó desde abajo, siendo representante campesino en su amado Acatzingo hasta gobernar hoy su estado natal.
Como buen político con experiencia, Armenta sabe que un momento clave que vivirá en los próximos años es el de su sucesión, aunque aún falta mucho para ese tema; sin embargo, los hombres de poder deben medir y observar detenidamente para cuando se acerque el momento de la decisión.
Muchos autores y analistas de la política clásica como Sun Tzu o Maquiavelo definen a la política como el arte del engaño.
Todo lo anterior viene a colación porque muchos tratamos de descifrar qué es lo que va a querer el gobernador en torno a la candidatura a la alcaldía de Puebla para el 2027.
El mandatario sabe que una buena parte de su sucesión gubernamental pasa por ese momento. Para lograr dejar un sucesor, lo primero que tiene que hacer Alejandro Armenta es entregar buenas cuentas en un año y medio, cuando se lleve a cabo la elección intermedia en el país y, por supuesto, en nuestro estado.
Puebla capital tiene un peso político, económico, mediático y social muy importante. La ciudad equivale al 32% del padrón electoral, una tercera parte del total del estado, y, sumado a la zona conurbada, suma hasta el 42% del total.
Gobernar la capital da un escaparate mediático brutal, aunque en la era moderna solo Mario Marín y Tony Gali han logrado ser gobernadores, luego de haber gobernado a la cuarta ciudad más importante del país.
Es por eso que la capital siempre será vital políticamente hablando, es el punto real del poder en el estado, aunque como dijera también en vida el exgobernador Miguel Barbosa: “los poblanos deben entender que hay más vida pasando el Popo”. Esto porque la capital del país es el epicentro real del poder en México, y tenía razón el extinto mandatario.
Pero de regreso al tema principal, Alejandro Armenta ha comenzado el juego de la lucha por la candidatura a la Presidencia Municipal de Puebla, moviendo de manera ágil e inteligente sus piezas.
De entrada, tiene tres cartas totalmente abiertas, la líder del Congreso local, Laura Artemisa García Chávez, mujer de todas sus confianzas. Otra de sus piezas es el delegado del Bienestar, Rodrigo Abdala Dartigues, canterano de Morena y con buenas relaciones en la Ciudad de México. Una más es la secretaria del Deporte y la Juventud, campeona del mundo del CMB, Gabriela “La Bonita” Sánchez Saavedra; pero este fin de semana volvió a incorporar a otro actor que se había mantenido en sigilo, su coordinador de Gabinete, José Luis García Parra.
García Parra estuvo muy activo el pasado fin de semana en la ciudad, haciendo entrega de alarmas vecinales y flanqueado por la plana mayor de operadores armentistas como el propio Rodrigo Abdala, el coordinador del “programa estrella” Obra Comunitaria, Edgar Chumacero, y la propia líder del Congreso local, Laura Artemisa García.
Aunque el propio García Parra ha dicho que no tiene intenciones de participar en 2027, es un hecho que su irrupción en la capital no es gratuita o a iniciativa propia, es una ficha más del juego del mandatario, quien antes también observó el encuentro que se llevó a cabo entre Artemisa y Adbala el pasado viernes.
García Parra es pieza clave en el juego de la sucesión y, por supuesto, en la definición de la candidatura a la alcaldía en el 2027, sin embargo, no es el único, hay al menos otros dos personajes que aun no aparecen en escena, los dos mujeres.
Una de estas piezas es la fiscal Idamis Pastor Betancourt, mujer sumamente influyente en esta administración, cuyas pláticas y charlas por todo el estado dejan entrever que pudiera ser una pieza en el ámbito federal para la elección que se avecina, aunque tampoco se puede descartar que juegue en la elección local, y la otra es una mujer con un “colmillo” amplio y retorcido, la cual ha pasado por todo, se trata de la secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús, un as bajo la manga, que se puede utilizar en cualquier momento y que no necesita de presentaciones.
Estas son las piezas del ajedrez político que hasta el momento tiene el gobernador, amen de otros operadores que va preparando en Puebla capital y en el interior del estado, sin embargo, no son los únicos.
Otros grupos también se comienzan a mover en busca de oportunidades, unos en Puebla de manera sigilosa y otros en la Ciudad de México, el real centro de poder del país, de donde han salido al menos, los últimos tres gobernadores que ha tenido Puebla, Rafael, Barbosa y ahora Armenta, aunque el primero y el último con profundo arraigo en la entidad.