Durante casi seis años, Andrés Manuel López Obrador afirmó una y otra vez que había erradicado el huachicol del país.
Pero en este caso, como en tantos otros, se confirmó que una mentira repetida mil veces, acaba convirtiéndose en verdad.
La eficaz –pero cínica– propaganda desde Palacio Nacional vendió a la nación un escenario idílico, pero carente de sustento.
No solo no se eliminó la industria –que eso es– del huachicol, sino que desde el poder (gobernadores, alcaldes, legisladores metidos en el negocio) se alentó y procuró su expansión, pues buena parte del dinero sucio –y con olor a gasolina– se ha destinado al financiamiento de no pocas campañas políticas.
Ya se sabía, pero la patraña construida por el hoy expresidente terminó de develarse esta misma semana cuando se dio a conocer que, en operativos simultáneos realizados en los municipios de Saltillo y Ramos Arizpe en Coahuila, autoridades federales y estatales aseguraron 129 carrotanques cargados con 15 millones 480 mil litros de hidrocarburo de procedencia ilícita, lo que representa el mayor decomiso de combustible robado en lo que va del sexenio.
Aquí mismo en Puebla, si le creemos a la Defensa, de enero a junio de este año los tres niveles de gobierno han encontrado 210 tomas clandestinas, localizadas especialmente en la zona del denominado “Triángulo Rojo”.
Tan “erradicado” estaba el huachicol, que el robo de combustible (gasolina, diésel y gas L.P.) sigue siendo uno de los más graves problemas delictivos en México.
Y es que los carteles del narcotráfico y los integrantes de la delincuencia organizada dedicada a ilícitos como secuestro, robo a transporte y extorsión, se han diversificado y encontrado en la explotación clandestina de los ductos de Pemex una nueva mina de oro, bajo la obvia complicidad de las mismas autoridades supuestamente encargadas de combatirlos.
El panorama es alarmante:
En 2023, se robaron 4.7 millones de barriles diarios de combustible, lo que significó pérdidas de 20.2 mil millones de pesos para Petróleos Mexicanos (Pemex).
En 2024, las cifras se mantuvieron en niveles similares, con Pemex reportando pérdidas multimillonarias.
Entre enero y agosto de 2024, Pemex identificó 8 mil 030 tomas clandestinas.
En 2025 la tendencia no ha cambiado: solo entre enero y febrero, Pemex perdió 56 millones 738 mil pesos cada día a causa del huachicol.
En el primer bimestre del año, la sustracción de combustibles se elevó 13% respecto al mismo lapso de un año antes, al pasar de 2 mil 953 millones a 3 mil 347 millones de pesos.
Los estados más afectados son: Hidalgo, Guanajuato, Tamaulipas, Nuevo León, Yucatán y Puebla (de Texmelucan a Quecholac, pasando por Tecamachalco y Palmar de Bravo, donde la industria del huachicol sigue en franco crecimiento).
La corrupción de funcionarios públicos y empresas con los grupos delictivos involucrados en el huachicol, son factores que dificultan la verdadera erradicación del problema.
Mientras exista corrupción, es difícil creer que el huachicol desaparezca por completo.
Y tan no lo aniquiló López Obrador, que, en los últimos meses, el gabinete de seguridad de Claudia Sheinbaum Pardo colocó el robo de combustible al frente de sus prioridades, tanto la variante tradicional (es decir, el robo directamente de los ductos transportadores) como la fiscal (esto es, el contrabando de gasolinas desde USA, mediante la falsificación de la documentación arancelaria).
Tarde o temprano, la bomba le iba a estallar a la presidenta, quien no tiene otra opción que contradecir, en los hechos, a su mentor, y encarar lo que aquel fue incapaz siquiera de contener.
La desastrosa política de “abrazos, no balazos” fue prácticamente una autorización implícita a los grupos criminales para “huachicolear” a su antojo.
El megadecomiso en Coahuila solo vino a confirmar la mentira, una de las más graves –y grandes– de López Obrador, el mismo que heredó a su pupila un país quebrado, dividido, desmoralizado, colgado de alfileres y con grandísimos problemas en materia económica, de salud y de seguridad pública.
Por cierto: ¿para cuándo un megaoperativo en Puebla?