El próximo uno de junio habrá elecciones en México para elegir a ministros, magistrados y jueces, es decir, renovar el Poder Judicial de nuestro país.
Todo mundo sabe que los niveles de participación serán sumamente bajos, se estima que van a votar entre un 7 por ciento del padrón electoral o un máximo de hasta el 20 por ciento, pero no más, en este ejercicio.
De esta forma, lo que se presume será un ejercicio “democrático”, en realidad será una gran movilización por parte del oficialismo y sus gobernadores, los cuales tienen la indicación de sacar a votar a los beneficiarios de los programas sociales el uno de junio.
Los gobernadores han recibido la orden de apoyar a los candidatos de la presidenta de la República a ministros, que es lo único que le interesa a la titular del ejecutivo federal, el garantizar el control de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que precisamente, fue el propósito de la reforma impulsada por López.
El resto de las posiciones que van a estar en juego, le importan relativamente poco a la presidenta Sheinbaum, por lo que serán los gobernadores de las diferentes entidades, los que se despacharán con la “cuchara grande” dentro del proceso, para colocar a jueces, lo que es realmente peligroso para la democracia en este país y para la impartición de justicia, la cual quedará ahora en manos de los titulares del ejecutivo en cada entidad.
Esto es lo realmente peligroso y muchas veces se advirtió, había una necesidad latente de que el Poder Judicial, hasta cierto punto, mantuviera algo de independencia, sobre todo a nivel federal, para garantizar los derechos de los ciudadanos, los cuales ahora quedaremos en un verdadero estado de indefensión, ante las decisiones de la federación y de los gobernadores, amos y señores de sus comarcas.
Muchos analistas se han planteado si vale la pena salir a votar, entre ellos nuestro colaborador, el doctor Alejandro Guillén, brillante politólogo y experto en los temas de transparencia.
Desde mi punto de vista, va a ser irrelevante el salir a votar, porque la ciudadanía no está para nada involucrada en este proceso, desconoce por completo los perfiles de quienes pretenden ser parte del nuevo Poder Judicial de nuestro país y jamás podremos competir contra los “operadores” gubernamentales, quienes van a movilizar a los beneficiarios de los programas sociales, con sus “listas” de candidatos por los que se deberán de votar.
De hecho, los procesos de enseñarles por quién votar y cómo votar, ya están en marcha, con seis listas de candidatos y los números que se deberán de inscribir en las boletas, lo cual no es nada sencillo de entender.
Los mismos “capacitadores” del oficialismo, son poco optimistas en las metas que les han establecido por parte de la federación, ya que el proceso de votación es tan tardado y confuso que se estima que en promedio, una persona puede tardar hasta 30 minutos para poder votar en una casilla, a ese ritmo, es casi imposible el tener una alta participación, por mucho durante toda la jornada podrían votar un máximo de 3 mil personas por casilla en el escenario más optimista.
Todo esto deja en claro, que, sin duda, las elecciones para la integración del nuevo Poder Judicial de nuestro país, obedecerá más a un capricho del ex presidente López, que a una necesidad real de cambiar el sistema de impartición de justicia en nuestro país, amén de que los elegidos, carecerán de representatividad por la baja participación que se va a registrar en esta jornada, fiel reflejo de lo que se puede considerar, solo un gasto inútil. Uno más de este régimen, pero este sí altamente peligroso para los ciudadanos y para la democracia de nuestro país.
La mano detrás del paro de labores en el Tec de Zacatlán. Trascendió que detrás del paro de labores que llevan a cabo estudiantes y trabajadores del Instituto Tecnológico Superior de la Sierra Norte, con sede en Zacatlán, se encuentra la mano de un impresentable de la política poblana, Eric Cotoñeto Carmona, ex operador político del fallecido gobernador, Miguel Barbosa, quien quiere que su esposa sea la próxima presidenta municipal de este lugar.
Independientemente de las demandas de los estudiantes, algunas de ellas legítimas y otras totalmente absurdas, como las de los estudiantes de gastronomía, quienes piden se eliminen de sus planes de estudios la enseñanza de las matemáticas, es un hecho que también hay un interés político de sacar a la actual directora e imponer a una a modo de Cotoñeto, quien busca utilizar al magisterio de la región para apuntalar sus intereses en la zona.
Cotoñeto es el tipo de personajes de baja estofa, que ha empoderado la mal llamada, cuarta transformación.