El domingo se cumplen los 100 primeros días del gobierno de Alejandro Armenta Mier y no veo que éste vaya a cambiar secretarios de despacho, ni siquiera a la secretaria de Turismo, Yadira Lira Navarro, a la que públicamente emplazó a trabajar y dar resultados so pena de ser relevada.
La versión que esta mañana comenzó a correr en redes sociales, especialmente en X y WhatsApp, en el sentido de que Silvia Tanús Osorio llegaría a la Secretaría de Gobernación, desplazando al titular de la dependencia, Samuel Aguilar Pala, es más un deseo que una posibilidad.
Silvia Tanús tiene a cuestas tareas complicadas que ya inició y no puede dejar al margen, como la revista vehicular y la reordenación del transporte público, y la regulación del servicio de grúas y depósito de vehículos que no sólo presta Antorcha Campesina, sino también poderosos funcionarios de la actual administración.
La errónea interpretación sobre la salida de Aguilar Pala es más bien alimentada por funcionarios de la propia Secretaría de Gobernación que aspiran a quedarse en el lugar de aquel, como ciertos subsecretarios de la dependencia, algunos de los cuales acuerdan directamente con el gobernador Armenta.
El desempeño de Aguilar Pala no es evaluado de manera unánime: los delegados y funcionarios que logró acomodar en la administración estatal hablan maravillas de él; no así algunos presidentes municipales y ciertos subsecretarios y directores que no fueron nombrados por él, ni se sienten parte de su círculo de colaboradores.
Pero lo más importante, Aguilar Pala goza de la confianza y el afecto del gobernador Armenta.
Personalmente creo que Silvia Tanús sería mejor y le daría mayor nivel a la Secretaría de Gobernación, pero que ésta se quedará en la Secretaría de Movilidad y Transporte.
Donde seguramente se darán ajustes es en los mandos medios de algunas dependencias y organismos público descentralizados, debido a la falta de resultados y a la poca capacidad y experiencia de ciertos subsecretarios, coordinadores y directores generales, que tienen méritos de campaña, pero no profesionales como servidores públicos.
Además algunos de ellos carecen de la confianza de sus jefes jerárquicos, quienes tampoco los designaron pero que es claro que carecen de las competencias y habilidades para ocupar los puestos a los que fueron designados.
Esta situación se replica en varias dependencias como la Secretaría de Infraestructura, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Salud y la Secretaría de Turismo, entre otras.