Públicamente, la presidenta de México jamás va a reconocer que su antecesor, el amadísimo licenciado López, le dejó incendiado el país.
La política de abrazos y no balazos, por donde se le quiera ver, fue un rotundo fracaso y generó una ola de violencia y asesinatos como nunca se había visto en México.
Lo mismo pasa con los gobernadores de las diferentes entidades del país, jamás lo van a admitir en público, heredaron de López demarcaciones en llamas y fuera de control.
Se sabe que al menos el 50% del territorio nacional está en manos del crimen organizado, el cual desde que Morena arribó al poder ha sido factor incluso en los procesos electorales celebrados en diferentes estados de la República.
La descomposición en materia de seguridad no se puede ocultar, pese a los esfuerzos que ha realizado la presidenta Sheinbaum y su secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, quienes, sin decirlo, dejaron atrás los “abrazos” y han decidido enfrentar al crimen organizado, pero saben que se trata de una labor titánica.
Puebla no es ajena a esta situación, si a todo lo antes mencionado se le suma el abandono en el que estuvo la entidad luego del caos provocado por la muerte de Martha Erika, un interinato, una gubernatura de tres años y luego una suplencia de dos años, el resultado no podía ser peor.
El cóctel explosivo que se creó en el estado no es fácil de atender y significa todo un reto para las nuevas autoridades, quienes en los casi 60 días que llevan al frente ya se dieron cuenta del tamaño de reto que tienen por delante.
La Sierra Norte tiene sus complejidades, la meseta central con zonas como Libres, Tepeyahualco, Oriental, también tienen lo suyo; el corredor de San Martín Texmelucan, Tlahuapan está complicado con el operativo Barredora.
Ya ni se diga de Puebla capital que está que arde, por la indisciplina que reina entre los elementos de seguridad de la corporación municipal y los mandos que no ponen el ejemplo, así como también por una falta de estrategia para atacar los temas.
La zona que corre por Amozoc, Acatzingo, Tepeaca, Tecamachalco, Quecholac, Los Reyes de Juárez, conocida como el “triángulo rojo”, también tiene lo suyo, la mayoría relacionados con el robo de combustible.
Tehuacán arrastra la problemática de gobiernos indolentes como el de Pedro Tepole, que agudizaron la crisis que ya de por sí se vivía en esa ciudad. El nuevo presidente municipal, Alejandro Barroso, luce también incapaz de resolver esta problemática.
La Mixteca poblana ni se diga, también enfrenta sus problemas de inseguridad en cabeceras como Izúcar de Matamoros y Acatlán, en donde el Partido Verde, de la mano del exsecretario de Educación Pública, Jorge Estefan, sigló a varios personajes de dudosa reputación que ganaron la elección del año pasado y hoy gobiernan en estos lugares.
El mapa de calor de la entidad está que arde, como el clima que ya se presenta en Puebla.
Ceci Arellano asume el patronato del DIF estatal
La esposa del gobernador Alejandro Armenta, Ceci Arellano, asumió el día de ayer la presidencia del Patronato del Sistema DIF estatal, ente en el cual se comprometió a trabajar en varios ejes para disminuir la desigualdad y la marginación en el estado de Puebla.
Sencilla y directa como es, la nueva presidenta del DIF estatal apuntó que su trabajo estará encaminado a favor de los grupos más vulnerables de la entidad y a recomponer el tejido social en Puebla, empezando por las familias.
El mensaje de la nueva presidenta del DIF fue breve pero claro, como es su personalidad.
Por su parte, al hacer uso de la palabra, el gobernador Armenta se comprometió a apoyar las actividades de su esposa y apuntó que la labor de doña Ceci se hará “sin protagonismos, de manera directa y sencilla”, como es ella, apuntó el mandatario.
Arranca, pues, una nueva era en materia de asistencia social para Puebla, de la mano de Ceci Arellano, quien es una mujer de familia.
El jefe Sauce está desatado
Ayer tres elementos de la corporación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del municipio de Puebla protagonizaron un escándalo más, ya que al filo de las tres de la mañana detonaron sus armas de fuego en estado de ebriedad, cuando se encontraban afuera del fraccionamiento Bosques del Pilar.
Hoy se sabe que estos elementos, dos hombres y una mujer, fueron detenidos y puestos a disposición del agente del Ministerio Público, pero que además eran escoltas del llamado jefe Sauce, Gustavo Alonso González. Es cuanto.