El día fechado por el cristianismo como el nacimiento de Jesús de Nazaret algo tiene que ha marcado la historia de Puebla.
Un 24 de diciembre de 1979, mientras se dirigía a su auto, fue asesinado en la Ciudad de México, el líder y fundador del Yunque, Ramón Plata Moreno, un personaje con el cual la historia ha sido bastante ingrata.
Nacido en Puebla en 1935, Ramón Plata (Dante) fundó en 1955 y con tan solo 20 años, el Yunque, junto con personajes como Sergio Ruiz de Santiago, amigo personal de Ramón; Herberto Rodríguez Concha, Manuel Rodríguez Concha, José Antonio Quintana Fernández y Manuel Díaz Cid, entre otros.
Ramón fue asesinado en una noche de Navidad de cinco balazos, cuatro por la espalda y un tiro de gracia en la cabeza, algunos dicen que por órdenes del propio entonces secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, mientras que otras versiones señalan que fue traicionado por los integrantes de la propia organización, principalmente señalan a Toño Quintana como el autor intelectual del crimen.
Plata ha sido muy injustamente tratado por la historia, la cual es escrita por los ganadores, la historia de “Dante” debe de ser contada y valorada en su justa dimensión y contexto, no desvirtuada, como ha ocurrido cuando se habla de este personaje.
Solo su amigo Klauss Feldman fue fiel a la memoria de Ramón, quien elevó la imagen de Plata a la altura de mártir e incluso llegó a proponer que fuera canonizado por la Iglesia católica, a la que defendió con todo su fanatismo, si es que así se le quiere ver.
Muchas veces platiqué con mi amigo que en paz descanse, Eduardo García Suárez “El Pichón”, sobre Ramón y quién era, y, reitero, creo que ha sido muy injustamente tratado por la historia y cuyo asesinato nunca fue aclarado, ni jamás se detuvo a los responsables de su muerte.
También algo tiene el 24 de diciembre para Puebla, que un día hoy, pero de hace seis años, la historia de la entidad cambió de manera dramática, dio un giro de 180 grados y jamás sabremos qué hubiera pasado si Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle Rosas no hubieran muerto.
Si hay un hecho dramático en la historia moderna de Puebla, ese es la muerte de estos dos personajes, Martha era para ese momento la gobernadora de la entidad y tenía tan solo 10 días de haber tomado posesión.
Nunca podremos saber qué hubiera sido de Puebla si Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle no hubieran muerto la tarde de este 24 de diciembre de 2018, cuando el helicóptero que viajaba rumbo a la Ciudad de México se desplomó a escasos 10 minutos de haber elevado su vuelo de la casa del hoy presidente municipal, José Chedraui Budib, para desplomarse en terrenos de cultivo del municipio de Cuautlancingo.
Martha Erika Alonso había ganado la gubernatura de Puebla luego de una muy polémica elección celebrada en el mes de julio de ese año, frente a Miguel Barbosa, quien impugnó el proceso bajo el argumento de que se había roto la cadena de custodia del material electoral mientras se encontraba en las bodegas del Instituto Electoral del Estado.
Esto derivó en un conflicto electoral pocas veces visto en la historia moderna de Puebla y en una polarización entre los seguidores de Martha y los de Barbosa, que tuvo su punto más álgido en la toma del hotel MM, cuyas escenas le dieron la vuelta de México y que hoy constituyen un acto de vergüenza y de incongruencia para muchos de sus protagonistas, cuyo pragmatismo los ha llevado a servir a quienes antes tanto criticaban y acusaban.
Luego de un largo periodo de conflicto electoral, el 9 de diciembre de ese año, con una votación dividida y emitiendo el voto de calidad la entonces consejera presidenta, Janine Otalora, la Sala Superior del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación declaró oficial el triunfo de Martha Erika Alonso como la primera gobernadora en la historia de Puebla.
Cinco días más tarde, a la mitad de la noche del 14 de diciembre, Martha rindió protesta ante el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez, y no ante el Congreso de Puebla, como mandataria poblana.
Horas más tarde, durante su mensaje ya como gobernadora de Puebla, su esposo, el entonces senador de la República Rafael Moreno Valle Rosas, se jactaba ante sus amigos, Roberto Gil Zuarth y Manuel “El Güero” Velasco, de haberle ganado dos veces seguidas al presidente de la República. Se refería a las victorias jurídicas obtenidas por él y sus abogados frente al presidente López Obrador, en lo referente al amparo otorgado por la justicia federal sobre las remuneraciones salariales de los servidores públicos, ante la iniciativa del jefe del Ejecutivo de que nadie podía ganar más que el presidente, y también a la victoria jurídica de su esposa Martha.
¡Vaya ironía de la vida!, en lo personal, creo que ambos hechos terminaron costándole la vida al matrimonio y también años más tarde sellaron la suerte del Poder Judicial de nuestro país ante un personaje vengativo como lo es Andrés Manuel López Obrador.
Sin lugar a dudas, las muertes de Martha y de Rafael cambiaron la historia de Puebla, pero tampoco habría que olvidarse de un hombre importante para la entidad como lo fue Ramón Plata Moreno.