La presidenta Claudia Sheinbaum, quien se encuentra de viaje en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, ya lo sabe, ya advirtió quiénes le son leales a ella y quiénes se mantienen firmes, como soldados, a las órdenes del expresidente López.
El punto de quiebre fue la designación de la nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que derivó en la ratificación en el cargo de Rosario Piedra Ibarra, al frente de este organismo, por el capricho del exmandatario, que seguramente va a pagar muy caro este error político.
Aunque públicamente la presidenta tuvo que aparentar y hasta justificar la designación de Piedra al frente de la CNDH, y decir que el exmandatario nada tuvo que ver en el tema, ella ya tomó nota del asunto y por supuesto que hará algo al respecto.
Los principales responsables de la operación para sacar adelante la designación de Rosario Piedra ya comenzaron a pagar las consecuencias, el primero de ellos, el líder de los senadores del “partidazo”, Adán Augusto López, quien sigue acumulando agravios en contra de la presidenta.
La relación Adán Augusto-Claudia Sheinbaum no es mala, es terrible, no lo soporta desde la interna por la Presidencia de la República, en donde para aplacarlo se filtraron las fotos y la información de su relación con la ahora senadora y en ese tiempo diputada federal, Andrea Chávez.
Ahora, el tema que golpeará al líder de Morena en la Cámara alta será, sin duda, el de su relación con los grupos del crimen organizado.
Las acusaciones del nuevo gobernador de Tabasco, Javier May, en contra del exsecretario de Seguridad Pública de Adán Augusto, Hernán Bermúdez Requena, de estar vinculado al crimen organizado y específicamente con el Cartel Jalisco Nueva Generación, no son gratuitas.
De la misma forma, Adán Augusto está fuertemente vinculado al hoy gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, señalado también de tener vínculos con el crimen organizado y específicamente con la “Chapiza”, la factura de Adán Augusto crece y crece y la nueva presidenta apenas tiene un mes y días de haber tomado el poder.
Otro que debe de tomar nota y no debe dejar pasar el mensaje que le envió la presidenta, es el líder de los diputados federales de Morena, Ricardo Monreal, quien se siente el Manlio Fabio Beltrones de la 4T, pero no es así.
En cuestión de tan solo unos días, Monreal ha tenido que hacer frente a los escándalos de su socio, el también diputado federal Pedro Haces, por la vida de derroche y riquezas que lleva, lo que ya derivó en una fotografía circulada por todos lados, en donde se puede ver a Monreal subiendo a un helicóptero junto con Haces y viajando a todo lujo.
Esto ya le ocasionó el llamado de atención en “la mañanera” por parte de la presidenta, coloquialmente hablando, Sheinbaum ya le dio su “coscorrón”, nada es casualidad en la política y menos cuando ya todo mundo sabe la creciente rivalidad que existe en san Lázaro entre Alfonso Ramírez Cuéllar, hombre cercano a la titular del Ejecutivo, y el zacatecano.
La siguiente batalla entre la presidenta y el exmandatario se dará en la aprobación del presupuesto 2025, en donde veremos las prioridades de la nueva mandataria, quien en teoría debería de ayudar a su favorito, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien está sentado en un auténtico barril de pólvora.
Al mismo tiempo, los gobernadores de Morena deberán de comenzar a definir su lealtad, si siguen obedeciendo órdenes de López o si ahora van a respaldar a Claudia Sheinbaum, se vienen tiempos muy interesantes al interior del partido hegemónico y sus grupos.
El presupuesto para el próximo año, sin duda, será un indicador y la forma de castigar a o de premiar a los leales a la nueva presidenta.