Como ha ocurrido ya casi en cada elección, algunos candidatos a la gubernatura de Puebla traen dentro de su agenda el dizque cancelar la concesión del manejo del vital líquido a la empresa Agua de Puebla.
La idea suena interesante, el primero en usarlo como bandera política de campaña en el 2018, fue el entonces candidato de Morena a la gubernatura de Puebla, Miguel Barbosa, quien buscaba ganarse la simpatía de miles de poblanos, principalmente de la ciudad capital, quienes estaban inconformes con la privatización del servicio, llevado a cabo en el 2013, por el entonces gobernador panista, Rafael Moreno Valle Rosas.
Los entonces candidatos de Morena a las diputaciones locales por la capital y la candidata a la alcaldía, Claudia Rivera, también prometieron lo mismo y lucraron políticamente con este tema, el cual les era redituable.
En 2019 durante la elección extraordinaria llevada a cabo en ese año, Barbosa volvió a prometer que iba a echar abajo el acuerdo de concesión, entregado por Moreno Valle a la empresa filial del poderoso, Carlos Hank Rohn.
Barbosa ganó la elección extraordinaria y tenía una legislatura bastante a modo, encabezada por el entonces líder del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, hoy coordinador de la campaña de Morena a la alcaldía de Puebla, José Chedraui Budib y no hicieron absolutamente nada para revertir el título de concesión a la empresa.
Es más, durante esa legislatura, el Congreso local, autorizó la bursatilización de Agua de Puebla, lo cual hace casi, prácticamente imposible el echar abajo el título de concesión de Agua de Puebla.
De hecho, lo único que hicieron las dos legislaturas de mayoría morenista y sus aliados, fue regular o mejor dicho, fijar las tarifas para el cobro del vital líquido, lo cual entró en vigor el 16 de julio de 2022, siendo gobernador, Miguel Barbosa y siendo líder del Congreso, el actual mandatario, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Es decir, demagógica y populistamente, es muy rentable hablar de que ahora sí, se le va a quitar el título de concesión a Agua de Puebla, sólo para ganar votos e incluso echarle la culpa al PAN de la privatización de este servicio, peto en los hechos, los gobiernos morenistas y las legislaturas emanadas de este partido y sus aliados, incluido el PRI, de Jorge Estefan, en los hechos, jamás hicieron nada por echar abajo la concesión, por así convenir a sus intereses y porque todos sabemos que echar abajo este tema, implica el pago de miles de millones de pesos a la empresa, propiedad de los Hank.
A inicios de año, tuve la oportunidad de estar presente, durante una conferencia de prensa de Agua de Puebla, que encabezó su director, el brillante técnico, Héctor Durán y precisamente le pregunte, que ya venía la elección y que muy seguramente, el tema de revertir el título de concesión a esta empresa sería tema de campaña y su respuesta no tuvo pierde.
Palabras más, palabras menos, Durán destacó que ante la sequía que vive el país y Puebla no es la excepción, la ciudad capital y la zona conurbada, requería de inversiones durante los próximos dos años, por el rubro de los 10 mil millones de pesos, tan solo para cubrir la demanda de agua potable en toda esta zona, ¿Los tienen en sus manos y están dispuestos a invertirlos la próxima administración estatal?
El que gane la gubernatura ¿está dispuesto a pagar esto y dejar de hacer otras cosas? Estos 10 mil millones de pesos de inversión, serían necesarios, adicional a los 2 mil 500 millones que del 2022 a la fecha, agua de Puebla ha invertido como parte de su plan para cambiar la red que es antiquísima en la ciudad, en el mejoramiento de la función de las plantas de tratamiento y construcción de nuevas.
Cabe señalar que, durante la administración de Mario Marín se construyeron algunas plantas de tratamiento, pero no funcionaban de manera óptima.
A todo esto habría que agregarle el costo del litigio contra la empresa y las cláusulas establecidas para la rescisión del contrato, lo que hace carísimo la recesión del mismo. Si el nuevo gobernador de Puebla está dispuesto a cargar con el costo de todo esto, adelante, no habrá problema.
De lo contrario escuchar en campaña que ahora si van a quitarle la concesión del manejo del vital líquido a Agua de Puebla sólo será populismo para ganar votos y demagogia pura. Se tenía que decir y se dijo.
Su hunde el panismo en Atlixco. El panismo en Atlixco atraviesa por una de las peores crisis de su historia, en un municipio que fue bastión de este partido, hasta que llegó al gobierno, Guillermo Velázquez.
Luego de perder el poder a manos de Morena, el panismo en este lugar ha naufragado sin rumbo y ahora la crisis se agudiza por los pleitos entre el candidato a la alcaldía, Benjamín Minutti y el que era hasta ayer el presidente del Comité Municipal del albiazul, Christian Ramos.
Ambos personajes llegaron a los golpes el pasado fin de semana en un bar de este municipio, luego de que Christian le reclamó a Benjamín, el ser adicto al alcohol y a otras cosas.
Luego del pleito, del cual dimos cuenta a través de la cuenta de X @riva_leo, ayer Christian, hizo oficial su renuncia a la dirigencia del Comité Municipal del PAN, alegando que él, no puede apoyar a un personaje que es adicto, así de claro y así de sencillo.
El panismo viaje directo a su destrucción y extinción en Atlixco, basta con decir que el ex presidente municipal panista, Ricardo Camacho, es el principal promotor de la candidata de Morena, Ariadna Ayala y todo porque a su hija Julieta, no la quisieron volver hacer regidora.
Rafa Cañedo ¿esquirol? Me niego a creer que el empresario, Rafael Cañedo Carrión, esté haciéndole el juego al oficialismo y específicamente, al candidato de Morena a la alcaldía de Puebla, José Chedraui Budib.
Rafa es hijo del empresario radiofónico más importante de este siglo, Rafael Cañedo Benítez, quien no me cabe la menor duda, si no hubiera muerto, hubiera sido gobernador de Puebla.
Estoy seguro que Rafa honrará la memoria de su padre y no echará a perder todo su prestigio a cambio de un convenio, lo sé porque lo conozco y sé que no se prestaría a ser un esquirol de la democracia.