El fuerte malestar que hay contra el relleno intermunicipal de San Pedro Cholula no solamente se explica por una mala operación técnica y el incumplimiento de las normas, sino también porque atrás hay poderosos intereses económicos que protegen a ese fallido confinamiento de desechos sólidos.
Se dice que el principal inversionista podría ser Cuauhtémoc Ochoa Fernández, quien es un peculiar político, ya que en unos pocos años pasó de ser parte del círculo de confianza de Miguel Ángel Chong Osorio, en Hidalgo y en el gobierno de Enrique Peña Nieto, para ahora ser una de las nuevas figuras en la 4T, ya que es de los privilegiados que obtuvieron una candidatura de Morena al Senado de la República.
La sospecha de que Cuauhtémoc Ochoa está atrás del negocio del relleno sanitario de San Pedro Cholula, que en los últimos meses se ha convertido en un tirado a cielo abierto, proviene de los líderes del Frente de Pueblos del Volcán Popocatépetl, que han dado seguimiento a los intereses que se han visto involucrados en este lugar.
El problema de fondo de este confinamiento es que se abrió en 2016 y se planeó para funcionar los próximos 20 años, dando una cobertura a los residuos de unos 400 mil habitantes, de una veintena de municipios de la región. Estos límites no se respetaron, por lo que el relleno muy pronto llegó al tope de su capacidad, cuando apenas lleva 8 años de operación.
De manera irregular se sabe que se estarían arrojando a este relleno sanitario residuos industriales de la Ciudad de México y Oaxaca, sin que se tenga autorización para ello, lo cual provocó que rápidamente se rebasara la capacidad de basura que se podía recibir en dicha instalación.
O visto de otra manera: los inversionistas están haciendo un doble negocio, por un lado, ganan dinero cobrando lo que corresponde a la operación normal del relleno sanitario; pero, por otro lado, reciclan los desechos industriales que estarían llegando de estados vecinos, pese a que no se tiene permiso para esa función.
Y atrás de este asunto hay influencias políticas que, al parecer, han impedido que se revise y se sancione el mal funcionamiento de dicho relleno sanitario.
Brazo derecho de Osorio Chong
En una fotografía que data del 23 de febrero de 2016, se puede ver los rostros sonrientes del entonces gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas; del edil de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres; y de Rafael Pacchiano Alamán, quien era el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto. Todos los presentes están participando en la inauguración de la primera planta procesadora de residuos sólidos urbanos del país.
Un personaje que también estaba presente y pasó desapercibido, era Cuauhtémoc Ochoa Fernández, quien en esa época era subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Semarnat.
Hoy se sospecha que estuvo en ese evento no solamente para cumplir con la responsabilidad pública que ejercía hace 8 años en materia medio ambiental, sino porque supuestamente tenía –o sigue teniendo– intereses económicos en el relleno sanitario de San Pedro Cholula, que ese día se estaban inaugurando.
Ochoa Fernández tiene una carrera política intensa que creció al lado de Miguel Ángel Osorio Chong, mejor conocido como “El Chino Chong”, por sus orígenes orientales.
Cuando Miguel Ángel Osorio Chong fue gobernador de Hidalgo un importante priista de ese estado llamado Cuauhtémoc Ochoa Fernández ocupó dos carteras destacadas, primero como secretario de Turismo y después de Obras Públicas.
Años más tarde, cuando Osorio Chong se convirtió en el poderoso secretario de Gobernación del presidente Enrique Peña Nieto, también creció la envergadura de los puestos ocupados por Ochoa Fernández.
El priista fue parte del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y fue de los que autorizó la polémica compra de la planta de Fertinal, dedicada a la fabricación de fertilizantes, que se adquirió a un precio 14 veces inflado y que llevó a la cárcel –en el actual sexenio— el entonces director de la paraestatal, Emilio Lozoya Austin.
Y a lo largo de los seis años de la gestión peñista fue subsecretario de la Semarnat.
Al terminar la catastrófica gestión de Peña Nieto, el priista Cuauhtémoc Ochoa Fernández cambió de militancia y se volvió dirigente del PVEM en Hidalgo.
Hace un año, compitió por la candidatura de la 4T a gobernador de esa entidad y perdió frente a Julio Menchaca.
Antes, se había convertido en diputado federal del Partido Verde Ecologista de México, mismo que abandonó para ingresar a la bancada de Morena en el Congreso de la Unión.
En el presente proceso electoral ya es candidato de Morena al Senado de la República y ha sido severamente cuestionado porque no reportó en tiempo y forma todas las propiedades inmobiliarias que tendría en el extranjero y cuatro empresas familiares, que son una gasolinera, una comercializadora de pollos, un verificentro y una compañía asentada en Panamá.
Hay evidencias de que al concluir su función como subsecretario de Semarnat se ha dedicado al negocio de la recolección de desechos.
El medio digital la Sierra Rota Hidalgo sostiene que Ochoa Fernández sería uno de los propietarios de la empresa Hidro Limpieza que, a principios de este año, ganó la licitación para hacerse cargo de la recolección de desecho sólidos urbanos de Pachuca, Hidalgo.
Y en la última renovación que se hizo de la concesión del relleno sanitario de la ciudad de Puebla, se mencionó a Cuauhtémoc Ochoa Fernández como uno de los empresarios que buscaban obtener el control de esa instalación pública, lo que finalmente no ocurrió.