Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco ya pusieron fecha en el calendario para retirarse oficialmente de las actividades legislativas y meterse de tiempo completo y en persona en sus precampañas.
Después de que Julio Huerta Gómez anunció su renuncia a la Secretaría de Gobernación para dedicarse de lleno a la conquista de su objetivo político, y de paso ayudar también a Claudia Sheinbaum Pardo en sus aspiraciones presidenciales, el público interesado en seguir de cerca el desarrollo de la sucesión de gobernador se preguntó si los demás contendientes de Morena harán lo mismo.
Las miradas pusieron atención inmediata sobre el senador y el diputado federal, pero hay que incluir también en el paquete de tiradores morenistas a Olivia Salomón Vibaldo y a Rodrigo Abdala Dartigues, quien con poco entusiasmo ha dicho que quiere ser candidato a la gubernatura solo para no defraudar a los factores de poder que desde las penumbras le han motivado a ello.
En caso de seguir los pasos de Huerta, Salomón tendría que renunciar a la Secretaría de Economía de la administración estatal y Abdala hacer lo mismo en la delegación federal de los programas del Bienestar.
Ambos servidores públicos han dicho que no dejarán sus cargos mientras Morena no defina y dé a conocer las reglas de participación en la competencia interna. Cuando el partido lo haga, agregan, lo harán, siempre y cuando, por supuesto, y esto ya no lo aclaran, vean suficientes probabilidades de alzarse con la victoria.
Claudia Rivera Vivanco es la única de los seis aspirantes anotados por iniciativa propia hasta el momento que no necesita separarse de ningún cargo público o de representación popular porque no lo tiene.
La expresidenta municipal de Puebla tiene disposición ilimitada de tiempo para ponerse a hacer precampaña, igual que Julio Huerta. La diferencia de Rivera Vivanco con el exsecretario de Gobernación es que ella carece del aparato institucional para hacerlo.
Volvamos a los casos de Alejandro Armenta e Ignacio Mier, quienes sí tienen fecha de salida para abandonar el Congreso de la Unión, al menos temporalmente.
El primero de ellos ha comunicado a los integrantes de su cuarto de guerra la intención de pedir licencia en el Senado inmediatamente después de que termine su periodo como presidente de la mesa directiva, lo que ocurrirá el 31 de agosto.
Si sus planes no cambian para entonces, eso quiere decir que tendrá vía libre para hacer campaña, todos los días de la semana, a partir del 1 de septiembre.
Con Ignacio Mier la perspectiva es distinta.
El diputado federal ha comunicado a sus cercanos que se quedará en la Cámara Baja hasta que sea aprobado el Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente al año 2024.
Si la agitación preelectoral y la lucha entre partidos se traslada al Congreso de la Unión, como seguramente sucederá, lo más probable es que la aprobación del paquete fiscal se lleve hasta el límite del plazo legal, que es el 15 de noviembre.
Eso significa que Mier no podrá abandonar su encargo antes.
Quizá por eso este fin de semana dijo que él no necesita renunciar para ir a hacer trabajo de tierra, porque ya lo hizo durante años, a diferencia de quienes sí tienen que dejar el cargo para acercarse a la gente, en alusión a Julio Huerta.
Twitter: @jorgerdzc