José Luis Márquez Martínez ya trabaja para buscar su reelección como edil priista de Zacatlán y para ello su apuesta ha sido mantener mucha distancia con el PAN, una buena relación con la 4T y un discreto acercamiento con el senador morenista Alejandro Armenta Mier. Por esa razón, en su cálculo político, consideró que era un error dejar celebrar un acto de promoción del legislador federal Ignacio Mier Velazco y eso lo motivo a que, deliberadamente, mandara a bloquear dicho evento realizado el domingo en esa cabecera municipal de la Sierra Norte.
Y así ocurrió, de los 2 mil invitados –o mejor dicho acarreados— con que se pretendía llenar al auditorio MG, únicamente llegaron entre 300 y 500 personas, lo que hizo ver la reunión deslucida, “medio vacía” y a Ignacio Mier, un político sin capacidad de convocatoria.
Una hora antes del evento masivo –que en realidad ya no tuvo esa categoría— hubo un segundo bloqueo: en el restaurante “Toma todo” también hubo una pobre asistencia de la prensa de la región. Se ausentaron los reporteros de los tres medios de comunicación electrónicos de mayor audiencia.
Se dice que para el acto del auditorio MG, al parecer hubo llamadas telefónicas –desde la presidencia municipal– el sábado anterior para que los presidentes auxiliares, lo líderes de algunas agrupaciones populares y los propietarios de unidades del transporte público no hicieran caso a la invitación que había recibido de Raúl de la Llata y Gustavo Aco, quienes son dos importantes operadores político de Mier Velazco.
Algo similar habría pasado con algunos periodistas locales que fueron conminados a desairar la rueda de prensa del coordinador de los diputados federales de Morena, quien recorre el estado supuestamente encabezando asambleas informativas sobre la reforma electoral, pero en realidad son actividades para intentar hacer crecer su popularidad –que por ahora sigue siendo muy baja– y aspire a ganar la encuesta que decidirá al candidato de la 4T a gobernador de Puebla.
Todas esas acciones de sabotaje fueron tan efectivas que le quitaron la sonrisa a Ignacio Mier, quien en varias ocasiones habló en tono despectivo del “cacicazgo de Pepe Márquez”.
Por lo menos hubo tres motivos que llevaron a José Luis Márquez a actuar de esa manera contra su ex correligionario del PRI:
Siempre han sido rivales políticos Márquez y Mier. El primero fue un operador político de Mario Marín Torres cuando fue gobernador del estado. El segundo de ellos era el brazo derecho de Enrique Doger Guerrero cuando en ese mismo sexenio fue edil de la ciudad de Puebla. Y entre los dos entonces titulares del Poder Ejecutivo y del ayuntamiento de la capital existió una guerra permanente, pese a que ambos eran destacados priistas.
Se sabe que, de manera discreta, Márquez ha apoyado al senador Alejandro Armenta Mier, quien también busca ganar la nominación de la 4T.
Y algo que los une a los dos políticos es que formaron parte del grupo del ex gobernador Mario Marín y comparten una animadversión hacia Ignacio Mier.
Una muestra de los anterior es que, en días pasados, Alejandro Armenta grabó algunos videos de promoción en la principal plaza pública de Zacatlán y nadie buscó bloquear su actividad promocional.
Márquez es de los pocos líderes priistas que no se ha sumado al proyecto del edil de la capital, Eduardo Rivera Pérez, de competir por la gubernatura de Puebla en 2024 con una amplia coalición entre el PRI y el PAN.
Por el contrario, el edil de Zacatlán ha optado por llevar una relación de cercanía, de colaboración, con el gobierno del estado y todos los líderes de Morena, menos con Mier Velazco.
Ese cuidado lo tiene porque, desde ahora, ya está planeando buscar la reelección como alcalde y conquistar su tercer periodo como alcalde de Zacatlán.
Sabedor que Morena tiene el control del Congreso del estado y de los procesos de fiscalización de los ayuntamientos, prefiere ser un edil disciplinado y cordial con la 4T, que ejercer su papel de oposición.