Algo queda claro en Morena, la lucha que está por venir para tener el control de este instituto político va a ser a muerte.
Los diferentes grupos en pugna van a chocar con todo para tratar de tener la estructura que les permita manejar la designación de candidaturas, que es el fondo lo que realmente le interesa a cada uno de los diferentes actores.
Pero también algo que hay que resaltar y que resulta por demás significativo es que van a luchar los “puros” en contra de los “Neomorenistas”, es decir, la gente que ideológicamente se identifica con la izquierda en México y que ha acompañado a López desde el inicio de su lucha a principios de este siglo, en contra de los nuevos morenistas que antes estuvieron en otros partidos políticos y quienes a partir del 2015 vieron en el partido del presidente la oportunidad de tener el acceso al poder que en sus anteriores institutos políticos se les negó.
Los morenistas “puros” quieren aprovechar la oportunidad, para tratar de echar de su partido, a los advenedizos, que llegaron solo a disfrutar de las mieles del poder, pero a su vez los neomorenistas, son los que han hecho ganar y crecer a este partido político, a partir de su pragmatismo. Este caso se va a replicar en todo el país y Puebla no es la excepción.
Los grupos ligados a las expresiones que han acompañado a López, desde la elección del 2006, como el de la ex alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera o el de la ex regidora, Rosa Márquez, no ven con buenos ojos que ex priistas como Ignacio Mier o Alejandro Armenta se puedan quedar con la dirigencia estatal.
De acuerdo a versiones, la carta de Ignacio Mier para encabezar a la dirigencia estatal de Morena en Puebla sería Carlos Evangelista; en tanto, la de Alejandro Armenta sería el ex candidato de Morena a la gubernatura en el 2016, el profesor Abraham Quirós, un “cartucho” más que quemado al interior de este partido.
La guerra entre ambas expresiones será a muerte, lo cual le deja un buen margen de maniobra al gobernador, Miguel Barbosa, quien por fin se podría hacer de la dirigencia estatal de este partido, del cual se ha mantenido ajeno desde que asumió el poder en el 2019.
De hecho, se dice, que, por indicaciones del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien es el verdadero operador de la sucesión presidencial y también del proceso de renovación de las dirigencias de Morena, el gobernador Barbosa va a llevar mano dentro del proceso, aunque se desconoce, quién es la carta que busca impulsar, luego de que su operador electoral, Eric Cotoñeto, fuera expulsado del “olimpo” barbosista.
Lo cierto es que, ante esta coyuntura, Barbosa lleva mano en el proceso de renovación de la dirigencia de Morena y, por ende, puede poner un personaje afín, el cual tampoco es el actual secretario del Trabajo, Gabriel Biestro Medinilla, porque está impedido por estatutos para ocupar ese cargo.
El escenario por donde se le vea será el de una guerra a muerte, en donde todos los grupos pujan por quedarse con la dirigencia y por ende como ya lo señalé con la designación de las candidaturas, ya que todos sabemos que el supuesto método de las encuestas, es una farsa.
En medio de todo esto, hay un intrincado camino jurídico que debe de cubrirse y que parecen ser verdaderas trampas para manipular el proceso de selección de quienes van a ser los consejeros nacionales y estatales de Morena, mismos que deberán de elegirse en 300 asambleas distritales, las cuales, quien sabe si se vayan a realizar.
El consejero nacional de Morena, Carlos Figueroa, así lo explica en su columna que se pública en el periódico digital e-consulta.
Cito el texto de Figueroa: “El momento democrático nacional del Congreso son las asambleas distritales realizadas en cada uno de los 300 distritos electorales del país. Estas asambleas son momentos democráticos en los que los militantes de Morena eligen a los coordinadores distritales que serán también congresistas estatales y nacionales, así como consejeros estatales. Como nunca se resolvió el problema del padrón (el propio Delgado con el apoyo de la mayoría del CEN suspendió la afiliación de integrantes de Morena en noviembre de 2021); la afiliación se realizará en el momento mismo de las llamadas asambleas distritales y acto seguido los recién afiliados pasarán a votar por un hombre y una mujer para elegir a los diez coordinadores y coordinadoras distritales, que también serán consejeros y congresistas estatales y nacionales. Y después de afiliarse y de votar, se irán a su casa para evitar contagiar o contagiarse de Covid 19. No habrá asambleas distritales, en su lugar habrá filas de afiliación y votación”.
Hasta aquí la cita.
Esto que menciona Figueroa es una verdadera aberración y por supuesto un auténtico galimatías, el cual va a convertir a Morena en una auténtica lucha de patria o muerte y la cual seguramente se va a judicializar.
La corrupción de los jueces. Un asunto que puso en evidencia una realidad que el poder judicial se niega a ver es la denuncia penal contra María Teresa Márquez Bermúdez, juez primero de lo civil del distrito judicial de Huejotzingo, a quien acusan de incurrir en actos delincuenciales en el ejercicio de su cargo.
Esto demuestra la grave crisis de ética y responsabilidad de personajes que deberían estar trabajando en favor de la justicia pero que por el contrario utilizan los cargos y el poder que tienen para despojar a ciudadanos de su patrimonio.
Es increíble que estén incrustados en el poder judicial personas como la juez Márquez Bermúdez que junto con notarios y otros jueces actúan como una mafia o un grupo del crimen organizado para torcer la ley.
La historia parece sorprendente, pero es más común de lo que usted se imagina: alguien realiza la venta de un cotizado predio con un poder falso, que incluso no existe en los archivos de las notarías, y cuando el dueño legítimo de la propiedad acude ante un juez para pedir justicia, éste se encarga de voltear el proceso e incluso sentenciar que hasta los gastos del juicio le pagué a quienes le robaron, es demencial.
Esto es lo que dos jueces, Roberto Antonio Mendoza Salmoran y la citada María Teresa Márquez Bermúdez, le hicieron a doña María Viniegra Luna, una mujer de la tercera edad que lleva más de siete años tratando de recuperar lo que le robaron.
El pasado 20 de junio se presentó ante la Fiscalía General del Estado (FGE) una denuncia penal donde se documenta está historia y el gobernador Miguel Barbosa ya pidió más información sobre este escabroso tema.
¿Habrá llegado el momento para que estos jueces y su mafia dejen de gozar de impunidad? Al tiempo.
Twitter: @riva_leo