Silencio en la noche.
Ese fenómeno se dio una vez que Tigre Blanco (Fernando Manzanilla) y N/A (Genoveva Huerta) fueron exhibidos en una columna de Ricardo Morales, misma que se volvió desde ya un clásico de la picaresca poblana.
Tigre Blanco conspira en contra de Eduardo Rivera Pérez desde el primer chat.
Ya lo había hecho desde antes.
Hace casi un año publiqué una columna que viene a ser confirmada con la citada columna de los chats de Ricardo Morales.
Vea el hipócrita lector lo que escribí entonces.
(Curiosamente, también en esa columna cité al autor de Las Serpientes).
La política hace extraños compañeros de cama.
Fernando Manzanilla es el mejor ejemplo de eso.
Fue aliado primero de Rafael Moreno Valle.
Luego se volvió su enemigo.
(Doña Gabriela Rosas, hasta poco su suegra, lo llama Fernando Pesadilla).
Nuestro personaje se hizo aliado de los enemigos a muerte de su amigo del alma para complotar en su contra.
Lo quería ver en el suelo.
Destruido.
Una vez de nuevo en el poder, pronto repitió el ritual de las deslealtades.
Esta vez fue contra el gobernador Miguel Barbosa.
Ya distanciado de él, buscó a sus enemigos para hacerlos sus aliados.
No es difícil imaginar los nombres de éstos.
Son los mismos que cotidianamente arman conspiraciones dignas de Pinky y Cerebro.
Van algunos:
Alejandro Armenta, Claudia Rivera, César Yáñez, Dulce María Silva…
Con José Antonio Gali no ha perdido la buena relación que construyó a la sombra de la dualidad que los une.
Amigos, primero, de Moreno Valle.
Y enemigos brutales de él, después.
Hoy la mesa que conspira se ha hecho grande.
¿Quiénes caben ahí?
Todos los aquí nombrados.
Pero ahora viajan en el partido de Pedro Haces:
Fuerza por México.
Los unen varias cosas.
A Manzanilla y a Gali, la fobia a Eduardo Rivera Pérez y al gobernador Barbosa.
Éste último inspira a todos los demás.
Los primeros quieren evitar a toda costa que el ex alcalde sea el candidato del PRI-PAN-PRD.
Quieren a cualquiera que no sea él.
Un priista, incluso, no les caería mal.
Y todo para que Claudia repita en el Palacio de Charlie Hall.
(…)
Pinky, Cerebro y amigos saben qué hay que meter un pie en la próxima legislatura para controlar desde ahí el reloj de 2024.
Y aunque hay una pandemia recorriendo el mundo, no descansan.
Cosa curiosa:
La más reciente columna de Ricardo Morales parece dar claves sobre el tema.
Dejo al hipócrita lector estos fragmentos reveladores:
“Fernando Manzanilla, a la sazón, secretario de Gobernación y vicegobernador de Puebla, recibió el viernes santo del 2019 (feria de Puebla) al senador suplente Pedro Haces junto con el empresario Rafael Herrerías para comer con ellos. Eran los concesionarios de la plaza de toros y del palenque de Puebla.
“Haces también manejo el palenque durante el breve periodo de gobierno de Gali. Ocupó el lugar que dejó vacante el polémico Jorge Aduna.
“La comida se prolongó durante horas, y de ahí se trasladó primero a los toros y después hasta el palenque, y terminó ya muy temprano.
“(…) Unos meses antes, dos personajes, Pedro Haces y el entonces hombre más cercano al hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, César Yáñez, cenaron con dos distinguidos personajes en Bodegas del Molino, al calor de copas provenientes de bebidas de la mejor calidad. Se improvisó un pequeño palenque para amenizar la fiesta, la cual también se prolongó hasta casi el amanecer.
“Las cartas están a la vista. Saque usted sus conclusiones”.
Hasta aquí la larga pero muy reveladora cita.
Y si de sacar conclusiones se trata, me queda claro que uno de los dos comensales en Bodegas de Molino fue el ex gobernador Gali.
La ostra se cierra.
El ostión baila un chachachá.