Si algo caracterizó a la gestión de Leoncio Paisano Arias cuando fue edil de San Andrés Cholula –entre los años de 2014 y 2018– fue la enorme cantidad de autorizaciones y permisos de obras privadas que contravenían el Programa Municipal de Desarrollo Urbano, sobre todo en la zona de la Vía Atlixcáyotl. Ello porque había una orden firme desde lo más alto del ayuntamiento que era: dar prioridad a los gestores de proyectos inmobiliarios “robustos”.
Y en ese esquema de tráfico de influencias quienes jugaron un papel central fueron los responsables de la Secretaría de Desarrollo Urbano Sustentable, Arnulfo Aurioles y Edmundo Tlatehui Percino, este último actual candidato del PAN a presidente municipal de San Andrés Cholula.
Por eso es entendible que Edmundo Tlatehui aparezca en las investigaciones oficiales por actos de corrupción que se emprendieron contra Leoncio Paisano, quien desde el martes duerme en un penal por estar acusado del delito de peculado.
Se dice que había una doble estructura: por un lado, los que atendían y daban facilidades a los grandes gestores inmobiliarios, entre ellos Tlatehui Percino, y por otro, los que hacían cobros ilegales.
Quienes conocen del tema, dicen que cada autorización o permiso implicaba tal cantidad de dinero –que se pagaba al margen de las erogaciones oficiales—que por lo menos, por cada trámite importante, a algunos integrantes de la cúpula del ayuntamiento se les quedaba entre 1 y 2 millones de pesos. Nunca había montos inferiores a esas sumas.
Por eso los gestores de proyectos inmobiliarios de Lomas de Angelópolis, de las diferentes áreas del Periférico Ecológico y de la Vía Atlixcáyotl, eran tratados con privilegios en las oficinas de Aurioles y Tlatehui.
Una situación que no ocurría con pequeños constructores que se enfrentaban a una compleja red de trámites burocráticos caros, complicados y excesivos.
José Luciano Osorio fue uno de esos gestores consentidos.
Este hombre fue director Jurídico del área de Obras Públicas del gobierno municipal de Eduardo Rivera Pérez, cuando fue edil de la capital.
Duró muy poco en dicho cargo, por problemas de corrupción que se encontraron en proyectos de obra pública.
Tuvo una tersa salida del gobierno de la capital en mucho por ser sobrino de Myriam Arabian, una panista muy cercana a Eduardo Rivera Pérez y en su momento, una mujer que estuvo enfrentada con el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Durante la época de Tlatehui y Aurioles al frente de Desarrollo Urbano en San Andrés Cholula, Luciano Osorio fue uno de los gestores de obras inmobiliarias que logró la mayor cantidad de aprobaciones de proyectos inmobiliarios.
Una de sus últimas apariciones públicas fue como subsecretario jurídico de la Secretaría de Gobernación del estado de Puebla.
El cargo se lo otorgó David Méndez Márquez, cuando fue el titular de Gobernación. A él se debe haber incorporado al Poder Ejecutivo a un personaje totalmente ajeno a la 4T y que pertenecía al cártel inmobiliarios de San Andrés Cholula.
Luciano Osorio llegó y se fue de Gobernación junto con David Méndez.